Barcelona, 7 may (.).- La multinacional catalana de hemoderivados Grifols (MC:GRLS) ha firmado este jueves con la banca una ampliación de su actual línea de crédito 'revolving' multidivisa -préstamo con un límite establecido del que el cliente puede disponer durante un tiempo determinado- de 500 a 1.000 millones de dólares.
Con esta operación, Grifols refuerza su posición de liquidez hasta los 1.700 millones de euros, frente a los 1.200 millones reportados a 31 de marzo de 2020, para hacer frente a posibles necesidades derivadas de la crisis de COVID-19.
Según la compañía, las condiciones de esta ampliación de la línea de crédito están en línea con las existentes en el contrato que firmó con los bancos en noviembre de 2019.
En esa fecha, el grupo culminó su proceso de refinanciación de deuda, que le ha permitido optimizar su estructura financiera y ampliar el plazo medio de los vencimientos a más de siete años.
De esta manera, Grifols no tiene que hacer frente a vencimientos ni amortizaciones de deuda por importes significativos hasta 2025.
"La compañía está preparada para responder de forma robusta a las necesidades que plantea la coyuntura actual y confía en su estrategia de crecimiento a largo plazo", subraya Grifols en un comunicado.
El grupo ha ganado 186,4 millones de euros en el primer trimestre del año, un 63 % más que en el mismo período de 2019, debido principalmente a un impacto positivo contable de la operación con la china Shanghai Raas, y pese al contexto global de crisis provocada por la COVID-19.
De hecho, Grifols ha anunciado esta semana que pondrá a disposición de España a partir de la semana que viene 1,5 millones de test moleculares capaces de detectar el virus SARS-CoV-2 en tres horas y media.
Ello después de que haya completado el desarrollo del test molecular específico TMA (Amplificación Mediada por Transcripción), que empezó a diseñar la primera semana de febrero, unos reactivos que se producen en la planta que tiene en San Diego (EEUU).
El test molecular para detectar el virus SARS-CoV-2 es fruto del esfuerzo coordinado de los equipos de Grifols en San Diego, Barcelona y Bilbao, ya que los test se han validado en muestras de origen respiratorio en los laboratorios de Grifols-Progenika en el País Vasco.