Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 24 feb (EFE).- Wall Street hizo hoy un "hat-trick" y se apuntó tres tantos en una sola sesión, consiguiendo buenas noticias en sus tres frentes de preocupación -el petróleo, Grecia y la Reserva Federal- que se tradujeron en plusmarcas en el Dow Jones y el S&P 500 y avances en un Nasdaq que roza ya los 5.000 puntos.
El primer "gol" llegó incluso antes de que comenzara el encuentro, pues los operadores se despertaron con la noticia de que los ministros de Finanzas y de Economía de la zona del euro aprobaron la lista de reformas del Gobierno griego, lo que permite prorrogar definitivamente cuatro meses la ayuda financiera al país.
El segundo lo metió Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, que en el inicio de sus dos días de comparecencias en el Congreso para dar detalles sobre la esperada subida de los tipos de interés dijo que "comenzará a considerar" un alza si sigue mejorando la economía.
Este tanto hizo dudar al árbitro, pues una Yellen casi fuera de juego evitó comentar que la subida sea inminente y explicó que eliminar de sus comunicados la palabra "paciente" solo significa que empezará a analizarlo "pronto". Por eso las subidas fueron solamente moderadas.
La goleada se remató con un partido que se pierde desde hace ya muchos meses, pero en el que al menos se marcó el gol de la dignidad.
El petróleo bajó "solo" un 0,3 % y los analistas vaticinaron un aumento de la demanda de crudo de un 2,4 % en 2015, lo cual mitigaría solo en parte la crisis de exceso de oferta.
Al equipo de Wall Street se le sacó una tarjeta amarilla -un dato peor de lo esperado sobre la confianza de los consumidores- pero no hubo que lamentar expulsiones.
A pesar de que los comentaristas si vieron en la moviola algunas prácticas demasiado especulativas que no entran en el terreno del juego limpio, el ánimo de la hinchada jaleó a los índices a encaramarse a nuevos récords.
Hoy, el Dow Jones llegó a los 18.209,38 puntos, el S&P 500 marcó un nuevo hito en los 2.115,49 enteros y el Nasdaq se acercó un poco más a los 5.000 puntos que no conquista desde el año 2000 y cerró en 4.968,12 unidades.
Pero ojo: queda el partido de vuelta. Mañana Yellen volverá a hablar, el petróleo seguirá fluctuando y la solución de Grecia es solo una prórroga para una final en la que puede que no gane nadie.