Madrid, 14 may (.).- El grupo Hispasat perdió 75,62 millones de euros en 2020, frente a los 455.498 euros de beneficios registrados en 2019, después de dotar unas provisiones por deterioro de activos no financieros por valor de 122,3 millones de euros y tras un descenso en la facturación de más de un 10 %.
Los ingresos de explotación del grupo se situaron en 155 millones de euros, un 10,78 % menos, especialmente por el impacto de la covid-19 en el negocio, por la tendencia a la baja de los precios de arrendamiento de capacidad satelital y por el efecto del cambio de moneda que no les ha favorecido.
Antes de impuestos, la compañía perdió 129,9 millones de euros en 2020, frente a los 3 millones de euros que ganó en 2019, según las cuentas consolidadas de las que informa el grupo.
Hispasat estima que el impacto de la covid-19 en las ventas de este ejercicio ha sido de 15,3 millones de euros por oportunidades comerciales no materializadas, renegociaciones de precios, cancelaciones de contratos o provisiones realizadas por concurso de acreedores de clientes, entre otros.
El ebitda cayó hasta 119,28 millones de euros, un 10,70 %, al igual que el flujo de caja operativo, hasta 161,4 millones de euros, un 42,25 %.
Las inversiones, por su parte, crecieron hasta 58,49 millones de euros, un 34 % más, según la compañía.
Si no se tuviesen en cuenta los efectos contables de la valoración de activos, el resultado del ejercicio se habría situado en un beneficio neto consolidado atribuido a la matriz del grupo de 16,3 millones de euros.
MÁS DE 122 MILLONES DE PROVISIONES POR DETERIORO DE ACTIVOS
La compañía, que desde finales de 2019 es propiedad de Red Eléctrica (MC:REE) en su mayoría y que anteriormente era de Abertis (MC:ABE), realizó un test de deterioro de activos materiales e intangibles, tras el que anotó unas provisiones de más de 122 millones de euros en las cuentas del ejercicio de 2020.
Los activos pasaron de valorarse en 890,9 millones de euros a 769,4 millones.
El reconocimiento de estas pérdidas por deterioro de valor de activos se debe en parte a que el negocio tradicional de vídeo está siendo reemplazado por nuevos servicios y desarrollo de verticales, pero también por el coronavirus, que ha afectado en la renegociación de contratos relevantes del negocio y ha limitado la consecución de proyectos, según indica en sus cuentas.
Además, se ha tenido en cuenta el deterioro del entorno cambiario de divisas, especialmente el real brasileño y el dólar estadounidense.
En este contexto, Hispasat ha puesto en marcha su nuevo plan estratégico hasta 2025, con el objetivo de posicionarse como un operador referente en la prestación de servicios avanzados de comunicaciones por satélite, pero también intentando proteger su actividad tradicional basada en la operación de satélites de comunicaciones y en el arrendamiento.
Hispasat ha incrementado la vida útil de casi todos sus satélites de 15 a 16,5 millones de años, lo que empezó a aplicar a partir del 1 de enero pasado.
Entre los cambios sustanciales de la nueva estrategia, figuran la identificación de nuevas líneas estratégicas de negocio.
El grupo Hispasat, que tiene 200 empleados, es en un 89,68 % de Red Eléctrica, un 7,41 % de la Sepi, y el 2,91 % del Cedti (centro para el desarrollo tecnológico e industrial), adscrito al Ministeiro de Ciencia e innovación.
Desde el pasado octubre, el presidente de Hispasat es Jordi Hereu, quien sustituyó a Rosario Martínez.