Por Fabián Andrés Cambero
SANTIAGO (Reuters) - El nulo avance en la negociación laboral de minera Escondida en Chile y su sindicato para poner fin a una histórica huelga podría cambiar a partir del viernes, cuando se cumplan 30 días de movilización en el mayor yacimiento mundial de cobre.
Mientras el sindicato confía en tener la fortaleza para alcanzar sus demandas, la minera controlada por BHP Billiton (LON:BLT) prepara una oferta contractual para desactivar el conflicto y planea retomar su producción con el empleo de trabajadores subcontratistas.
En el trigésimo día del conflicto la ley habilita a la empresa para ofrecer a cada trabajador una propuesta laboral, lo que implicaría en caso de ser aceptada dejar la huelga y debilitar la movilización.
Pero a diferencia de otras paralizaciones, en que un grupo de trabajadores estaba en contra de la huelga, esta vez la adhesión al proceso fue aprobada por un 99 por ciento de los trabajadores sindicalizados, lo que supondría muy poco margen para "descuelgues".
"¿Qué sostiene a los trabajadores en este momento? La percepción de saber que vas a perder (beneficios). Eso te hace pensar doblemente si quieres tener la intención de volver", dijo Carlos Allendes, portavoz del gremio.
Mientras la firma insiste en estar abierta a dialogar, el sindicato exige que se garanticen temas como el respeto a los descansos y no diferenciar beneficios entre trabajadores nuevos y antiguos para poder retornar a la mesa, uno de los puntos que la empresa no ha querido ceder.
No obstante, medios locales han mencionado que Escondida prepara nueva propuesta en la que accedería a algunas condiciones y exigencias del sindicato. Desde la compañía declinaron hacer comentarios al respecto.
AVANZAN PLAZOS
Pese a estar habilitada legalmente desde el día 15 para reemplazar a los trabajadores en huelga, la empresa decidió no producir al menos en el primer mes del conflicto.
Una vez cumplido ese período, la administración evaluará si retoma algunos de los procesos productivos de la mina con el uso de contratistas, siempre y cuando existan condiciones de seguridad mínimas para operar.
"Desde el día 30 hacia adelante es algo que evaluaremos día a día, si esas condiciones cambian es una opción de incorporar y contar con el apoyo de contratistas para reintentar iniciar la producción", aseguró Patricio Vilaplana, vicepresidente de asuntos corporativos de Escondida.
En tanto, los huelguistas confían en que la mina se mantendrá detenida todo el tiempo que dure la movilización.
"Escondida ya lo declaró: no va a producir mientras dure la huelga. Si se pega otra vuelta en el aire ya es otro tema, pero esperamos que respete su palabra", dijo Allendes.
La gubernamental Dirección del Trabajo fracasó en su intento porque las partes volvieran a negociar.
Aunque el Gobierno ha reafirmado su interés en colaborar no tiene injerencia directa por tratarse de un asunto privado, pese al gran impacto de esta huelga en el crecimiento de la economía chilena, como han admitido autoridades.
"Debe haber la voluntad de ambas partes para sentarse y tener una discusión. Tienen que mostrar su disposición a hacerlo", dijo la ministra de Minería, Aurora Williams.
El impulso alcista que ha dado el conflicto al precio del cobre -el mayor envío del país- es una buena noticia para las arcas fiscales y para la estatal Codelco, que fue duramente golpeada el año pasado por la debilidad en el valor del metal.
Sin embargo, Williams afirmó a Reuters que "no hay relación en que realmente podamos establecer que la huelga trae un beneficio al mercado".
De extenderse la movilización hasta abril, como han advertido desde el sindicato, Escondida se toparía con la entrada en vigencia de una reforma laboral, que podría judicializar esta negociación y dilatar más una solución.