Atenas, 19 feb (EFE).- El presidente de Francia, Francois Hollande, lanzó hoy en Atenas un mensaje de solidaridad hacia Grecia y apeló a los empresarios galos a demostrar con inversiones confianza en el éxito de las reformas estructurales que está llevando a cabo el Gobierno heleno.
En su primera visita oficial a Grecia, Hollande recalcó que la solidaridad no puede limitarse a las palabras y por eso invitó a los empresarios franceses a participar en el programa de privatización que se está llevando a cabo en este país.
Hollande viajó a Atenas con una nutrida delegación de empresarios franceses.
"No he venido solo a expresar mi confianza en Grecia, sino para convencer a las empresas de mi país que merece la pena invertir aquí", dijo Hollande en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro heleno, Andonis Samarás, quien le agradeció el "voto de confianza" ofrecido por Francia.
Con un desempleo del 27 %, que en los jóvenes supera el 60 %, Grecia necesita más fondos para combatir estos problemas, señaló Hollande, quien pese a reconocer que los presupuestos comunitarios recientemente aprobados "no son perfectos", aseguró que sí ofrecen muchas posibilidades para luchar contra el desempleo.
Concretamente, alentó a las empresas a participar en los programas de privatización que se están desarrollando en los sectores de energía, defensa, ferrocarriles, gestión de aguas y en el turismo.
Hoy mismo, ambos Gobiernos firmaron un acuerdo bilateral en materia turística, y Samarás anunció que en los próximos días visitará Grecia el ministro de Interior francés, Manuel Valls, para abordar el problema de la inmigración.
La inmigración ilegal es uno de los asuntos que preocupan sobremanera a Grecia, que se ha convertido en el país con la mayor entrada de indocumentados de toda la Unión Europea.
"El peligro de una ola de inmigración sin precedentes no existe solo para Grecia, sino para toda Europa", dijo Samarás en alusión al creciente movimiento migratorio que han generado los conflictos en los países árabes y, particularmente, en Siria.
Hollande ofreció además a Grecia ayuda técnica en las reformas administrativa, sanitaria y fiscal, y en la creación de un catastro, asignaturas todavía pendientes dentro del programa de reestructuración al que el Gobierno de Atenas se ha comprometido con la troika.
Tanto Hollande como Samarás hicieron hincapié en el potencial económico, no solo para Grecia sino también para toda Europa, que constituyen las reservas de hidrocarburos en el Mediterráneo oriental, especialmente en Grecia y Chipre.
"Las reservas energéticas de Grecia pueden contribuir a la independencia energética de Europa", sostuvo Samarás.
El presidente francés evitó comentar informaciones de la prensa de su país, según las cuales durante su visita tenía previsto ofrecer a Grecia dos fragatas en préstamo para los trabajos de exploración y explotación de gas y petróleo en sus aguas territoriales.
De acuerdo a algunos medios, el préstamo sería por cinco años y luego Grecia debería pagar 300 millones de euros por barco o bien devolver las fragatas.
"No he venido aquí para vender material. He venido a expresar mi confianza en Grecia. Y decir a las empresas francesas que deben invertir en Grecia. Este país debe gozar de la confianza de los inversores y de los consumidores", recalcó.
Durante esta visita de apenas seis horas, Hollande fue recibido además por el presidente de Grecia, Cárolos Papulias, y por la tarde tenía previsto reunirse con el líder del partido socialista Pasok, Evángelos Venizelos, socio del Gobierno tripartito dirigido por el conservador Samarás.
La visita de Hollande se produjo en una jornada de absoluto apagón informativo, pues los medios griegos decidieron secundar ya hoy la huelga general convocada para ese miércoles, con el fin de poder hacer mañana un seguimiento del paro. EFE