Por Marco Trujillo y Catarina Demony
FARO, Portugal, 17 may (Reuters) - Los visitantes británicos, ávidos de sol, volvieron a llegar a las playas portuguesas el lunes, al finalizar la prohibición de viajar entre ambos países vigente durante cuatro meses a causa de la pandemia de COVID-19, lo que supone un anhelado impulso para el maltrecho sector turístico.
Veintidós vuelos procedentes de Reino Unido aterrizarán en Portugal el lunes, y la mayoría se dirigirán a la región del Algarve, famosa por sus playas y campos de golf, pero casi desierta debido a la pandemia.
"El sol es la razón por la que hemos vuelto. El sol... y dar un paseo bonito por la playa", dijo la turista británica Mandy mientras caminaba por una acera iluminada por el sol frente al edificio del aeropuerto de Faro.
Los trabajadores de turismo del Algarve estaban en la puerta del aeropuerto repartiendo kits con desinfectante para las manos y dos mascarillas.
"Es una sensación increíble. Estoy feliz, todo el mundo está contento. Estábamos en el primer vuelo que salía del Reino Unido", dijo Kim, de 27 años, que llegó de Manchester para quedarse en el Algarve un par de semanas.
En el aeropuerto de Lisboa, los trabajadores de las tiendas estaban encantados de volver a ver turistas.
"La pandemia nos afectó mucho. Todo cerró y ahora está abriendo poco a poco. Era muy triste ver la puerta de llegadas vacía. Sin embargo hoy está mejor. Es un soplo de aire fresco", dice Maria João, de 55 años, cuya pequeña tienda junto a la puerta de llegadas vende aperitivos y bebidas.
Los visitantes procedentes de Reino Unido deben presentar una prueba negativa de coronavirus realizada 72 horas antes de embarcar en sus vuelos a Portugal, y no es necesario hacer cuarentena al volver a casa.
Los datos del sitio web de vuelos Skyscanner mostraron un aumento del 616% entre semanas en las reservas a Portugal en la semana del anuncio de la lista verde británica.
De vuelta a casa, la mayoría de los británicos volverán a ser libres para abrazarse, aunque con cautela, beber una pinta en el pub, sentarse a comer en interiores o visitar el cine tras el fin de una serie de confinamientos que impusieron las restricciones más estrictas de su historia en tiempos de paz.
(Información adicional de Victoria Waldersee; edición de Andrei Khalip, Ingrid Melander y Ed Osmon; traducido por Tomás Cobos)