Judith Mora
Londres, 3 ago (EFE).- El banco británico HSBC, el primero de Europa por activos, registró en el primer semestre un notable avance en Asia, donde ve su futuro, y empezó su masiva reestructuración con la salida del mercado de Brasil, según anunció hoy a los inversores.
La entidad tuvo de enero a junio un beneficio neto de 9.618 millones de dólares, un 1,31 % menos que en el primer semestre de 2014, pero su beneficio bruto se disparó un 10,4 %, hasta los 13.628 millones de dólares.
Los ingresos en el primer semestre alcanzaron los 39.793 millones de dólares, un 4,10 % más, mientras que los gastos operativos fueron de 19.187 millones de dólares, frente a los 18.226 millones de dólares del mismo periodo del año anterior.
El consejero delegado, Stuart Gulliver, reconoció que la mejora en resultados antes de impuestos se debió al buen rendimiento en Asia, que "contribuyó en más de un 60 % al beneficio del grupo".
En general, apuntó, los resultados del primer semestre demuestran "la fortaleza del negocio", que creció en banca comercial y privada, especialmente en Hong Kong.
No obstante, el banco tuvo que apartar capital para los numerosos litigios e investigaciones que afronta, por valor de 1.430 millones de dólares, lo que incluye unos 750 millones por manipulación del mercado de divisas Forex.
Gulliver confirmó que la reestructuración interna anunciada el pasado 9 de junio, que incluye la supresión de 50.000 empleos y las salidas de los mercados de Brasil y Turquía, es "la prioridad número uno" para lo que queda de año.
En este sentido, la entidad ya ha dado los primeros pasos en su plan de desinversión de unos 290.000 millones de dólares en activos de riesgo para 2017 con la venta de su filial en Brasil, que compra el banco local Bradesco (SA:BBDC3) por 5.200 millones de dólares, según se anunció hoy.
HSBC mantendrá una presencia mínima en el país suramericano para atender a empresas, según señaló.
Gulliver dijo que la operación en Brasil, que permite la eliminación de 37.000 millones de dólares en activos, "ofrece un excelente valor a los accionistas y supone un cumplimiento significativo de las medidas" avanzadas en junio.
Durante el primer semestre, HSBC logró desprenderse de un total de 50.000 millones de dólares en activos de riesgo, sobre todo de sus departamentos de Banca Global y Mercados.
El plan estratégico anunciado en junio busca alcanzar un rendimiento sobre el patrimonio neto de más del 10 % en 2017 e incluye el cierre de un 12 % de sus sucursales en el mundo y la reorientación del negocio hacia Asia, especialmente China, donde el banco ve sus oportunidades de crecimiento.
Aunque ese continente será su "objetivo principal", HSBC planea también invertir en Europa, Oriente Medio, norte de África, América del Norte y México, indicó Gulliver, que señaló que, si no se hallan oportunidades de inversión con una rentabilidad "de más del 10 %", se devolverá el dinero a los accionistas.
Entre los objetivos para este año, también parte del plan, están la puesta en marcha de una entidad de banca comercial en el Reino Unido, separada de sus operaciones internacionales, y aplicar el ahorro anual de 5.000 millones de dólares programado hasta 2017.
Además, el banco, fundado en Hong Kong en 1965, se compromete a decidir antes de finales de año dónde ubicará su sede, actualmente en Londres pero que podría trasladarse, según todo parece apuntar, al continente asiático.
"Tenemos la esperanza de que la economía global mejore modestamente en la segunda mitad del año", afirmó el consejero delegado, que confirmó un dividendo en el primer semestre de 20 centavos de dólar.
El presidente, Douglas Flint, confió por su parte en la buena evolución del modelo bancario "universal y geográficamente diverso", aunque admitió la necesidad de "restablecer la confianza" entre los clientes tras los escándalos de lavado de dinero, cuentas opacas, manipulación de mercados y venta irregular de productos que han afectado al banco.