Londres, 10 jun (EFE).- El banco británico HSBC (LONDON:HSBA), primero de Europa por activos, sigue hoy su caída en Bolsa tras anunciar ayer un plan estratégico que conllevará un recorte de 50.000 empleos en todo el mundo, más inversión en Asia y su salida de Turquía y Brasil.
La entidad bancaria, fundada en 1865 en Hong Kong (entonces colonia británica) y actualmente con sede en Londres, se sitúa hoy entre los cinco primeros perdedores de la Bolsa londinense, con un descenso del 0,72 %, hasta 609,30 peniques, a pocas horas del cierre.
Los accionistas han valorado en términos negativos la estrategia presentada ayer por el consejero delegado, Stuart Gulliver, que se basa en una expansión en Asia -sobre todo China- y la salida de mercados considerados poco rentables, como Turquía y Brasil.
Con un objetivo de reducción de costes de 5.000 millones de dólares al año, el banco planea suprimir 25.000 puestos de trabajo de su plantilla mundial, de 260.000 personas, para 2017, mediante el cierre de un 12 % de sus sucursales.
Además, prevé recortar otros 25.000 empleos con la salida de Turquía y Brasil, donde confía en vender sus operaciones al mejor postor, lo que significa que la plantilla de esos países podría ser absorbida por la nueva empresa.
La subsidiaria en Brasil del HSBC dijo ayer a sus clientes que continuará operando normalmente en el país hasta que sus activos sean vendidos.
Uno de los posibles compradores sería el Santander (MADRID:SAN) Brasil, cuyo presidente, Jesús Zabalza, admitió el pasado mayo que esta entidad de capital español "va a estudiar" la presentación de una eventual propuesta para comprar las operaciones brasileñas del HSBC.
La venta de los negocios en Turquía y Brasil ha sido bien recibida por los inversores en Londres, aunque cuestionan que el banco haya decidido quedarse en otros países considerados de riesgo, como México, Colombia o Suiza.
Los analistas también critican que, en paralelo a la reducción de plantilla, desinversiones en países poco rentables y la eliminación de activos de riesgo por valor de 290.000 millones de dólares, el banco planee reinvertir en Asia, rebajando así el margen para la reducción de costes.
"China no va a salvar al HSBC. El HSBC es una organización tan grande globalmente que no importa cuántos nuevos negocios sea capaz de sacar en China, nunca será suficiente para compensar el freno en América Latina, Europa y Estados Unidos", declaró al "Financial Times" el analista de Mizuho Securities Asia James Antos.
Otro analista, Zou Hengchao, de China Merchants Securities, recuerda que "los bancos extranjeros afrontan muchas restricciones en China", y "sus perspectivas de desarrollo no mejorarán a no ser que los reguladores relajen su control".
El HSBC, que invertirá unos 4.500 millones de dólares en dos años para implementar la reestructuración -otro gasto a tener en cuenta-, estudia además reubicar su sede fuera del Reino Unido, en busca de un entorno fiscal y regulatorio más favorable.
Con todo, las medidas anunciadas por Gulliver, destinadas a restaurar la confianza en el HSBC tras varios escándalos en tiempos recientes, no han logrado convencer totalmente a los inversores, que hoy todavía se mantienen cautos a la hora de apostar por sus acciones.