Por Foo Yun Chee
ÁMSTERDAM (Reuters) - CK Hutchison Holdings (LON:HCM) se enfrenta a un momento crucial mientras estudia si eleva las concesiones o afronta el veto regulatorio de la UE sobre su oferta de 10.300 millones de libras para convertirse en el mayor operador de telefonía móvil del Reino Unido.
El acuerdo es un paso importante para la consolidación en la industria de las telecomunicaciones, que ya sufrió un revés después de que las duras exigencias de la comisaria europea de la Competencia, Margrethe Vestager, hicieran fracasar el plan de TeliaSonera (ST:TLSN) y Telenor (LON:0G8C) para fusionar sus filiales danesas en septiembre del año pasado.
Hutchison alcanzó a principios de mes un acuerdo para compartir redes con Sky, Virgin Media, Tesco (LON:TSCO) y UK Broadband para que estos se hagan con el 40 por ciento de su capacidad de red combinada, abordando las preocupaciones de la UE de que la compra de O2 a Telefónica (MC:TEF) puede reducir la competencia.
La Comisión Europea aún no se ha convencido y prefiere que Hutchison cree un cuarto operador de red en lugar de reforzar a pequeños rivales, que dependen de las redes de otros, dijeron personas con conocimiento del asunto el lunes.
Hutchison sin embargo, ha dicho que no encontró comprador ya sea para O2 o para su propia filial móvil del Reino Unido Three, y que esta medida supondría un perjuicio para justificar económicamente la operación.
Mientras que el plazo oficial para las concesiones ya ha expirado, Hutchison todavía puede ser capaz de mejorar su oferta, aunque en esta última etapa, sería imposible llegar a cualquier cambio importante, dijeron las fuentes.
Es probable que el regulador antimonopolio de la UE decida en las próximas semanas si bloquea el acuerdo, y la decisión formal se espera para el 19 mayo. Un veto podría frenar el apetito de fusión de los operadores a menos que estén dispuestos a cumplir con las exigencias normativas estrictas.
Un portavoz de la Comisión de Ricardo Cardoso y Hutchison declinaron hacer comentarios.
Hutchison, controlada por el hombre más rico de Asia, Li Ka-shing, ya ha dicho que está dispuesto a desafiar a un veto de la UE en los tribunales, en busca de una mayor claridad jurídica que permitiría a la compañía ampliar su presencia en las telecomunicaciones en Europa.