Por Jose Elías Rodríguez
MADRID (Reuters) - El grupo energético español Iberdrola (MC:IBE) apuntó el miércoles a crecimientos más moderados de sus beneficios en 2017, aunque mantuvo una visión optimista a medio y largo plazo y se comprometió al pago de un dividendo mínimo hasta 2020.
La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán dijo en una actualización de su plan estratégico que mantenía en el 6 por ciento su previsión para el crecimiento medio anual del resultado operativo bruto (Ebitda) en el periodo 2016-2020, mejorando la de beneficio neto hasta el 7,5 por ciento.
Sin embargo, para el año en curso ve un crecimiento de ambas magnitudes de un dígito medio, esto es, en el entorno del 5 por ciento, en línea con el consenso de los analistas recogido por Thomson Reuters.
El Ebitda se incrementó un 5,5 por ciento en 2016 hasta los 7.808 millones de euros, con la devaluación de la libra tras el voto del Brexit empañando la destacada aportación de la filial estadounidense Avangrid.
El beneficio neto, que Iberdrola tiene cubierto contra la evolución de las divisas, subió casi un 12 por ciento a 2.705 millones de euros, por encima de las estimaciones del mercado, gracias a un mejor resultado financiero y unas menores provisiones por el cierre de la central de carbón escocesa de Longannet.
El dividendo con cargo a resultados -a falta de distribuir la parte complementaria- subió un 11 por ciento hasta los 0,31 euros por acción, que es la cantidad mínima que Iberdrola se ha comprometido a pagar hasta 2020, año para el prevé abonar entre 0,37 y 0,40 euros por acción.
SUBE GUÍAS DE INVERSIÓN Y DEUDA
El grupo también aprovechó la actualización de sus guías para elevar la inversión del periodo en 1.000 millones de euros hasta los 25.000 millones de euros, dinero que concentrará en sus lucrativos negocios de redes y renovables.
En la teleconferencia con los analistas, Galán restó importancia a informaciones de prensa sobre posibles oportunidades de compra para Iberdrola en mercados no prioritarios como el australiano.
"Nuestro objetivo es Occidente y nuestra estrategia es atlántica y es lo que hemos hecho en los últimos quince años: mirar a Occidente, mirar al Atlántico", dijo Galán.
En términos de deuda, esta subió en casi 1.400 millones de euros el año pasado hasta 29.414 millones al tener que adelantar inversiones en Estados Unidos y por factores extraordinarios como el anticipo del impuesto de sociedades en España.
Para 2020, Iberdrola prevé ahora un pasivo neto de 22.000 millones de euros, frente al de 20.000 millones que anticipaba hace un año, con un ratio deuda neta/Ebitda de 3,3 veces, frente a las 3,1 veces del objetivo anterior.
Los flujos de caja de sus activos financiarán el 91 por ciento del plan, según Iberdrola, sumando 35.000 millones de euros en el periodo.
En la bolsa, las acciones de Iberdrola bajaban un 0,57 por ciento, en línea con el Ibex-35.
"Más allá de unos resultados mixtos, la reacción del mercado debería ser positiva por el upgrade realizado en dividendo", dijeron analistas de Banc Sabadell (MC:SABE).