Madrid, 21 oct (.).- Iberdrola (MC:IBE) ganó 2.681 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 4,7 % más que en el mismo periodo de 2019, según la compañía, que cifra el impacto de la covid-19 en el beneficio neto en 203 millones por la caída de la demanda y la morosidad.
La eléctrica ha comunicado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus resultados hasta septiembre y ha señalado que el incremento estimado de las provisiones por insolvencias en los primeros nueve meses de 2020 debido a la covid-19 asciende a 92 millones de euros.
El resultado bruto de explotación (ebitda) de la compañía, al que la covid-19 ha generado un impacto negativo de 216 millones de euros, cae un 2 % hasta los 7.345,2 millones, mientras que las inversiones han aumentado un 22,9 %, hasta los 6.638,1 millones, una cifra récord, según el grupo de energía.
Iberdrola sigue estimando el crecimiento del beneficio neto de un dígito 2020, impulsado por la eficiencia operativa y el esfuerzo inversor, y señala que sin los factores no recurrentes que ha habido en el periodo, tanto en 2019 como en 2020, el beneficio neto ajustado se situaría en 2.553,2 millones, un 8,8 % más.
Respecto al impacto de la covid-19, en su informe la compañía señala que no es posible realizar un cálculo preciso sobre los posibles impactos futuros de la pandemia en los resultados durante los próximos meses, "dada la incierta velocidad a la que se van a recuperar las economías de los países en los que opera el grupo, la duración de las medidas gubernamentales en vigor, así como las medidas adicionales que podrían tomarse en los próximos meses".
Por negocios, el ebitda en Renovables aumenta un 5,6 %, hasta los 1.771,5 millones de euros, impulsado pirncipalmente por el Reino Unido y Estados Unidos y por el aumento de la potencia media operativa en un 7,4 % hasta los 29.175 megavatios (MW) y la capacidad instalada total hasta los 33.701 MW.
El área de Generación y Clientes presentó un crecimiento del 10,3 %, al alcanzar un ebitda de 2.004,3 millones de euros; mientras que en el negocio de redes el ebitda cae un 10,7 %, hasta los 3.519,7 millones impactada por la covid-19 y situaciones climatológicas adversas en Estados Unidos.
Iberdrola ha incorporado 4.600 nuevos megavatios (MW) en el último año, de los que 1.300 MW han sido instalados en el tercer trimestre de 2020 y continúa avanzando en la construcción de más de 7.600 MW.
A cierre de septiembre, la compañía sumaba 14.000 MW a su cartera (un 90 % de eólica marina), que supera los más de 70.000 MW en el mundo.
En cuanto a las inversiones, las de renovables crecieron un 52 % hasta septiembre y representaron el 54 % del total invertido en el periodo, mientras que las destinadas a redes aumentaron un 5,5 %, alcanzando el 38 % del total.
En los nueve primeros meses del año, Iberdrola redujo su gasto operativo neto en un 1,8 %; mientras que el flujo de caja aumentó un 2,3 % hasta los 5.957,5 millones a cierre de noviembre.
Iberdrola tiene una liquidez de más de 13.800 millones de euros, suficientes para cubrir 30 meses de necesidades financieras.
Por otra parte, Iberdrola ha puesto en marcha una nueva edición del programa Iberdrola Retribución Flexible, con el que distribuirá un dividendo a cuenta de al menos 0,168 euros brutos por acción, que será abonado en febrero de 2021.
El grupo Iberdrola ha incorporado a su plantilla 3.000 trabajadores este año y a cierre de septiembre tenía 35.816 empleados.
Por lo que se refiere a Latinoamérica, Iberdrola aumentó su producción en México un 14,7 %, hasta los 42.848 MW, aunque sus ventas descendieron un 7,4 %, hasta los 80 millones de euros y su ebitda cayó un 17,2 %; mientras que en Brasil, donde opera como Neoenergia, las ventas disminuyeron un 25,3 % y su ebitda bajó un 22,1 %, hasta los 79,5 millones de euros.