Madrid, 22 jul (EFE).- Iberdrola (MADRID:IBE) se prepara para afrontar "un nuevo proceso de crecimiento", centrado en actividades reguladas y renovables y marcado por la integración de la estadounidense UIL, tras presentar hoy unas cuentas semestrales en las que su beneficio neto ha repuntado un 7,4 %.
Esta nueva etapa, que pone fin a la fase de "consolidación" asociada a los años de crisis económica, contará con una inversión de unos 4.000 millones de euros anuales y tendrá como hito clave la integración de la eléctrica estadounidense UIL, prevista para finales de año.
A ese respecto, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se ha mostrado confiado en que se lograrán todas las autorizaciones a tiempo, pese a que la compañía trabaja en "mejorar" la documentación presentada a las autoridades de Connecticut para salvar las objeciones planteadas por esta.
"Este suele ser un proceso que lleva algún tiempo", ha defendido Sánchez Galán, al mismo tiempo que ha afirmado que se encontrará "la forma de llegar a un acuerdo" para cerrar la operación antes de finales de año.
Una vez completada la fusión con UIL, Iberdrola presentará una nueva estrategia, previsiblemente en febrero de 2016, en la que definirá sus nuevos objetivos y que, según ha avanzado Sánchez Galán, contemplará unas cifras de inversión similares a las actuales.
Aunque no ha profundizado en los elementos que incorporará ese nuevo plan, el presidente de la eléctrica ha señalado que el "nuevo ciclo de crecimiento" estará "respaldado por los pilares estratégicos", es decir, "las actividades reguladas y las renovables, que generan un flujo de caja predecible".
Precisamente estas actividades son las que han impulsado las cuentas del primer semestre, en las que el beneficio neto alcanzó los 1.506 millones, un 7,4 % más que en el mismo periodo de 2014, y la cifra de negocio mejoró un 6,2 %, hasta 16.126 millones.
En un entorno de "mejoría de la situación macroeconómica" a nivel internacional y el consiguiente aumento de consumos energéticos, Iberdrola se ha beneficiado además del tipo de cambio del dólar y la libra esterlina y de la rebaja fiscal en España.
En la primera mitad del año, la eléctrica situó su resultado bruto de explotación (ebitda) en 3.795 millones, un 5,7 % más, gracias a la contribución del negocio internacional -subió un 20 %-, que permitió compensar la caída del 6,5 % en España.
A pesar de ello, Sánchez Galán se ha mostrado "optimista" sobre la situación en España, porque "la economía va mejor, la demanda (eléctrica) en las últimas semanas está alcanzado cifras que no veíamos en mucho tiempo".
Por divisiones, Iberdrola ha destacado que el 76 % del ebitda procede de negocios regulados, gracias a la mejora de márgenes de redes y renovables -en este último caso, gracias a la recuperación de precios, la entrada en servicio de nueva capacidad y el efecto positivo del tipo de cambio-.
En los seis primeros meses del año, el grupo invirtió 1.302 millones de euros, un 8,6 % más, de los que más de la mitad se dedicaron al crecimiento, sobre todo en redes y renovables.
Tras presentar esos resultados, Iberdrola ha confirmado su previsión de mejorar este año tanto el ebitda como el beneficio neto recurrente.
El mercado ha acogido estos resultados sin grandes reacciones, ya que las acciones de la eléctrica repuntaban un 0,16 % en torno a las 12.45 horas, hasta los 6,42 euros por título.