Madrid, 28 mar (.).- El presidente ejecutivo de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, ha insistido este lunes en la importancia de que se cierre la compra de Air Europa para potenciar el "hub" (centro de distribución del tráfico aéreo) de Madrid, una ubicación "mal posicionada" en relación con los grandes aeropuertos europeos.
En una jornada sobre aviación y turismo organizada por el grupo liberal en el Parlamento Europeo, Renew Europe, el presidente de Iberia -compañía integrada en International Airlines Group (LON:ICAG) (IAG (MC:ICAG)) junto con British Airways, Vueling, Aer Lingus y Level- ha resaltado que el sector trabaja en competencia global con los grandes centros de distribución de tráfico europeos.
España tiene una potencialidad muy fuerte como mercado emisor, por su posición geográfica (para unir tráficos entre América Latina y Asia), y la infraestructura del aeropuerto de Barajas todavía tiene margen de crecimiento, al tiempo, el "hub" de Madrid tiene una compañía de referencia potente, como Iberia.
Sin embargo, se debe desarrollar más el negocio de carga aérea en Barajas y desarrollar más la intermodalidad para terminar la conexión entre el tren y el aeropuerto.
En esa competencia mundial por captar turistas, los viajeros eligen entre España, Egipto o América Latina, por ejemplo, y para que opten por España es preciso estar mejor interconectados, ha dicho.
Madrid, Barcelona o Lisboa apenas gestionan un 5-6 % de los tráficos hacia Asia, mientras que los grandes "hub" europeos (Fráncfort, Ámsterdam, Londres o París) suben hasta el 25-30 %.
El potencial del mercado asiático es fortísimo dado que de aquí a 2030 se incorporarán a las clases medias más de 2.400 millones de personas, que van a viajar y para los que Europa será un destino fundamental.
Sin embargo, se debe desarrollar más el negocio de carga aérea en Barajas y desarrollar más la intermodalidad para terminar la conexión entre el tren y el aeropuerto.
El pasado 17 de marzo IAG alcanzó un acuerdo para negociar en exclusiva con Air Europa durante un año la posibilidad de que la primera se haga con la segunda, a cambio de un préstamo no garantizado de 100 millones de euros, que se podría convertir en una participación de hasta un 20 % en el capital de la aerolínea de Globalia.