Madrid, 26 oct (.).- EL grupo Iberpapel (MC:IBG) obtuvo un beneficio neto de 10 millones de euros en los tres primeros trimestres, lo que supone multiplicar casi por nueve (un 780 % más) la cifra registrada en el mismo periodo del año anterior, cuando la reforma realizada en su fábrica de celulosa y el impacto de la pandemia lastraron su actividad.
Según ha informado este martes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la evolución positiva hasta septiembre permitió aumentar su cifra de negocios hasta 167 millones, un 37 % más que hace un año, mientras que el resultado bruto de explotación o ebitda se situó en 19,9 millones, lo que supone una mejora del 94 % respecto a 2020.
Las ventas de papel de la compañía volvieron a liderar su aportación a los ingresos de la compañía con 131,1 millones hasta septiembre, un 35,6 % más que un año antes, gracias al mayor número de unidades físicas vendidas, que supera los niveles previos a la pandemia, y pese al precio de venta, que fue "significativamente inferior" al del año anterior.
Las ventas de electricidad ascendieron a 29,9 millones, un 49,5 % más que en 2020, gracias a los altos precios de la energía eléctrica, mientras que las ventas de maderas generaron 3,6 millones de ingresos, cuatro veces más que hace un año, debido a la mayor producción tanto en Sudamérica (Iberpapel tiene inversiones en Argentina y Uruguay) como en España.
La deuda neta de Iberpapel se situó al cierre de septiembre en 51,4 millones y superó los 32,9 millones con los que contaba la compañía a finales de 2020.
Pese a los buenos resultados, la compañía asegura ser consciente del "complicado horizonte" por la escasez de materias primas y los elevados costes de la energía que afectan a todos los sectores en todo el mundo, incluyendo a los proveedores del grupo.
Iberpapel está tomando medidas para adaptarse al contexto de "disparatada inflación", y ha empezado a comunicar a sus clientes el incremento del precio de sus productos para compensar la "extraordinaria situación".