Madrid, 25 nov (.).- La nueva presidenta de la principal asociación de laboralistas Asnala, Ana Gómez, considera que la discriminación en el ámbito laboral existe y no se toma en serio, por lo que aboga por implantar normas que sean coercitivas e impliquen sanciones a empresas que no sean igualitarias.
En una entrevista con Efe, Gómez afronta el mandato al frente de los laboralistas con el reto de luchar contra la discriminación de todo tipo, salarial, de género o por razón de edad, aunque reconoce que el colectivo de la mujer es uno de los más afectados.
"Sé lo duro que es, como mujer profesional, saber que tienes que renunciar a ciertas cosas para tener la carrera que quieres (...) y he visto a muchas compañeras quedarse atrás por una baja maternal", reconoce.
Y los casos que se denuncian, que son pocos, "no se toman con la seriedad que deberían por parte de los tribunales", un hecho que sitúa al mercado laboral español muy lejos de otros como el británico, donde la no discriminación es una prioridad en las empresas.
"Cuando haya un cuerpo de doctrina más importante, esto sin duda tomará otras riendas", confía Gómez, quien recuerda que la mujer que es discriminada por ser madre, ya "no rinde lo mismo porque se desmotiva" y ello supone "una pérdida de talento, que también redunda en la sociedad".
Gómez reconoce que no estaba de acuerdo con "fijar cuotas en los consejos de administración de las empresas, pero visto que no cambian las cosas, creo que habría que tomar esa medida, porque de manera voluntaria eso no va a pasar".
Y es que considera que cuando una mujer accede a un puesto de alta responsabilidad "es para hacerle una fiesta", porque lo habitual es que "el grupito de hombres" que no se ven apartados de su carrera por la maternidad, como sí le ocurre a ellas, "se llaman los unos a los otros para ocupar los cargos".
"La mujer es igual que el hombre, igual de importante, y tenemos una oportunidad de cambiar muchas cosas si tomáramos las riendas y nos sabemos defender y apoyar", subraya, al tiempo que recuerda que todo esto ha de apoyarse en las medidas de corresponsabilidad en los hogares.
Además de sancionar a las empresas no igualitarias, Gómez cree que habría que incentivar a aquellas que apuestan por un empleo estable y que contratan desempleados, les forman y no discriminan.
En este sentido, considera positivo incentivar la contratación indefinida y penalizar la temporal a través del sistema de cotizaciones sociales, como contempla el "bonus-malus" que ha puesto el Gobierno encima de la mesa del diálogo social, porque "lo que no tiene sentido es que las empresas con alta temporalidad reciban ayudas públicas".
Y es que la temporalidad del empleo es uno de los "grandes dramas" del mercado de trabajo que no sido atajado por la reforma laboral, algo que confía en poder transmitir próximamente a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, a la que también le pedirá que aborde un buen sistema de formación para empleo.
La también responsable del área laboral del despacho Mariscal & Abogados es la primera mujer en liderar esta institución que agrupa tanto a abogados laboralistas (principalmente de empresa) como a asistentes sociales.
Como objetivos bajo su mandato, Gómez quiere "darle un nuevo impulso a la asociación" y, aunando a más profesionales y a otros grupos asociativos, "crecer y ser fuertes" para ser escuchados por el Ministerio de Justicia o de Empleo.