Washington, 13 may (EFE).- La revelación de que el IRS, el servicio de Hacienda o recaudación de impuestos de EE.UU., acentuó su escrutinio sobre los grupos conservadores ha generado críticas de todos los sectores políticos del país, a los que se sumó hoy la "indignación" del presidente Barack Obama.
Desde 2010, el Servicio de Rentas Internas (IRS) impuso una investigación especialmente exigente a grupos que tenían las palabras "Tea Party" o "patriota" en su nombre, pero también a otros que eran simplemente críticos con el Gobierno de Obama, según documentos de la agencia que hoy describe el diario Washington Post.
Las prácticas tenían lugar dentro del examen que la agencia federal hace de los grupos que buscan una exención de impuestos, cuyo número se multiplicó a raíz de una decisión de 2010 del Tribunal Supremo de EE.UU., que abría la puerta a más grupos políticos a solicitar ese estatus.
Las primeras informaciones surgieron el viernes, cuando se filtró a la prensa parte de un informe del Inspector General del IRS que describía algunas de las prácticas dirigidas desde la oficina del IRS en Cincinnatti (Ohio).
La jefa de esa oficina, Lois G. Lerner, pidió disculpas el mismo viernes por las supuestas irregularidades y citó precisamente la sobrecarga de trabajo que generó la decisión del Supremo en 2010 como motivo del desliz.
Pero esa disculpa no ha bastado ni a demócratas ni a republicanos del Congreso, y también mereció hoy una abierta condena de Obama, cuya Administración se ha visto atacada por el escándalo y quien ha asegurado que no tiene "paciencia para esto" y no lo va "a tolerar".
Si se confirma que el personal del IRS "se implicó en el tipo de prácticas que se han reportado y se concentraron intencionalmente en esos grupos, eso es indignante y no hay cabida para ello, y tienen que rendir cuentas", subrayó Obama a periodistas tras reunirse con el primer ministro británico, David Cameron.
El Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes anunció hace dos días que programaría una audiencia al respecto y hoy el presidente del Comité de Finanzas del Senado, el demócrata Max Baucus, afirmó que su panel hará "una plena investigación" del asunto.
"Los del IRS ahora son los que estarán bajo un escrutinio adicional", dijo Baucus.
A la condena se ha unido el senador demócrata Tim Kaine, que calificó hoy las prácticas como "discriminación ideológica", la senadora demócrata Dianne Feinstein y la republicana Susan Collins, además del congresista republicano Darrell Issa, presidente del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara baja.
Issa insistió este fin de semana en que debe haber "rendición de cuentas" y cambios en el sistema después de que el equipo del IRS usara "palabras clave para ir por los conservadores".
En total, el IRS seleccionó a 298 grupos para un escrutinio especial, de los que 72 tenían al movimiento ultraconservador "Tea Party" en su título, 13 tenían la palabra "patriota" y otros 11 mencionaban "9/12", en referencia al "Proyecto 9/12" liderado por el columnista conservador Glenn Beck, según revela hoy el Post.
El diario extrae esos números de un apéndice del informe del inspector general del IRS, que por el momento está en manos del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes y será publicado próximamente.
Entre los grupos afectados estuvo el Tea Party de Waco (Texas), que según explicó al Post su presidente, Toby Marie Walker, estuvo sujeto a una serie de peticiones exigentes y poco habituales después de que solicitara una exención de impuestos, en junio de 2010.
Aseguró, además, que un representante de la oficina de Cincinatti le dijo que "estaba sentado encima de un montón de aplicaciones del Tea Party y todavía no tenía instrucciones de cómo procesarlas". EFE