Madrid, 18 oct (.).- Tras casi nueve meses del inicio de la invasión de Ucrania, Inditex (BME:ITX) busca alternativas para desencallar su situación en Rusia, donde el cierre de su medio millar de tiendas y el pago de las nóminas de sus miles de empleados le supone un gasto cercano a los 20 millones de euros al mes.
La firma española de mayor capitalización bursátil, que en suelo ruso opera con las enseñas Bershka, Pull&ear, Zara, Stradivarius, Oysho, Massimo Dutti, Zara Home y Uterqüe, suspendió el pasado 5 de marzo su actividad en ese país, donde tenía más de medio millar de tiendas abiertas -todas en régimen de alquiler-, así como sus ventas online en ese país.
Por el momento "seguimos monitorizando la situación", sin que de momento se haya tomado decisión alguna, según explica la propia empresa, después de que el medio ruso Kommersant asegurara este martes sin identificar sus fuentes que el grupo textil español está prolongando contratos de alquiler de locales en centros comerciales al menos hasta el próximo mayo.
Además, asegura que Inditex estudia "transferir activos locales a socios de un país amigo" del sudeste asiático o del golfo Pérsico, como vía para poder seguir operando allí con su marca insignia, Zara.
Mientras,los negocios de Massimo Dutti, Oysho y Zara Home abandonarían por completo el mercado ruso, y el resto de marcas del grupo abrirían con otros nombres y con nuevas colecciones, siempre según el citado medio ruso.
Sin embargo, la empresa, que hasta la guerra obtenía del mercado ruso el 8,5 % de su resultado de explotación del mercado ruso, insiste en que sigue "monitorizando la situación en el mercado ruso, priorizando el apoyo a nuestra plantilla y analizando todas las posibles alternativas".
Mientras, sigue pagando los alquileres de los locales de las tiendas, así como los salarios de sus empleados locales, que en el momento de la suspensión de actividades, eran más de nueve mil personas.
Según la provisión que ha hecho Inditex para el conjunto de su ejercicio fiscal, que acaba a finales de enero, mantener esa suspensión de actividad en el que era su segundo mayor mercado le cuesta en torno a 20 millones de euros al mes.
En conjunto, para este ejercicio fiscal el grupo ha provisionado para hacer frente a las pérdidas derivadas de la suspensión de actividad en Rusia 216 millones de euros.