29 jul (Reuters) - El grupo tecnológico español Indra (MC:IDR) anunció el miércoles una pérdida de 75 millones de euros en el primer semestre, debido al impacto de la pandemia de COVID-19 en sus cuentas, aunque volvió a presentar previsiones para el conjunto del año al tener más visibilidad de la evolución futura del negocio.
El resultado bruto de explotación (EBITDA) fue negativo, en 18 millones de euros, mientras que los ingresos sufrieron una caída del 4% a 1.484 millones de euros, que fue solo del 1,5% en términos de moneda local.
La cartera de pedidos al cierre del periodo se situó en 5.094 millones de euros, lo cual supone un incremento del 15,3% respecto a junio de 2019.
La empresa, que había anunciado en mayo que dejaba en suspenso sus objetivos para 2020 por el impacto de la crisis sanitaria, incluido el de volver a pagar dividendo, dijo el miércoles que ahora prevé un ebit (resultado neto de explotación) de entre 120 y 135 millones de euros y unos ingresos de entre 3.150 y 3.200 millones de euros en moneda local para 2020.
Antes de la pandemia, el grupo esperaba un crecimiento de dígito medio (alrededor del 5%) en las ventas, tras ingresar 3.204 millones en 2019, y un incremento en un porcentaje de doble dígito (más del 10%) en el EBIT, que el año pasado fue de 221 millones.
Indra prevé que el segundo semestre, aunque aún con impacto de la COVID-19, será mejor en términos relativos que el primero si la pandemia no empeora.
La empresa añadió que lanzará un plan de acción postcovid que aportará ahorros recurrentes anuales de 100 millones de euros, y que en septiembre comenzará conversaciones con los sindicatos sobre un plan de "transformación de la plantilla (derivado de) los cambios estructurales del negocio y de la caída de las ventas", sin dar más detalles.
(Información de Tomás Cobos; editado por Darío Fernández)