Madrid, 21 mar (.).- El Colegio Oficial de Ingenieros de Montes (COIM) ha urgido al Gobierno a rebajar del 21 al 10 % el IVA de la biomasa de origen forestal usada con fines energéticos, con el fin de impulsar su uso para hacer frente a los elevados precios de la electricidad y del gas provocados por la invasión rusa de Ucrania.
Esta medida supondría un ahorro estimado en el 8 % del coste final de la biomasa, según el organismo, que ha subrayado que la reducción del IVA ya se aplica desde junio en la factura de la luz a muchos contribuyentes, con independencia de si la energía que consumen es o no de origen renovable.
"Sin embargo, de forma inexplicable, se excluye a la biomasa (...) Tal discriminación no es eficiente para la lucha contra el cambio climático y la autosuficiencia energética, ni tampoco justa", según el COIM, que ha apuntado que en España la biomasa aporta algo más del 5 % del total de energía consumida.
Muchos sectores no pueden soportar los actuales precios de la energía y reclaman reducciones fiscales, según la misma fuente, que ha recordado que las principales formas de biomasa para producir son pellets, astillas y leña y ha denunciado que el alza de precios está provocando un aumento "injusticado" de la recaudación.
Según la misma fuente, la reducción del IVA supondría un impulso a la gestión forestal y al aprovechamiento de podas agrícolas y de arbolado urbano, lo que, a su vez, contribuiría a reducir el riesgo de incendios y a reavivar la economía de las zonas rurales, ayudando a frenar la despoblación.
La rebaja de la fiscalidad que graba las fuentes renovables debería ser permanente para impulsar la transición energética y la lucha contra el cambio climático, así como para reducir la fuerte dependencia energética exterior de España "que comporta riesgos como los que estamos viviendo en la actualidad".
Aunque se está avanzando en renovables, "se está apostando de forma desproporcionada por las energías solar y eólica", que se caracterizan por unas altas variaciones horarias y estacionales, además de su poca eficiencia para cubrir las demandas térmicas, según el organismo.
Por eso, desde el COIM piden que, a medio plazo y en el marco de la anunciada fiscalidad verde, se adopte una discriminación positiva similar para los materiales de origen renovable utilizados en sectores tan diversos como la construcción, textil, embalajes, papel, mobiliario, entre otros, cuando superen un porcentaje determinado del producto.