Tokio, 23 oct (EFE).- Funcionarios de una agencia oficial de Japón se presentaron hoy en la sede de la Bolsa de Tokio para hacer una inspección "in situ" por el grave problema informático que se registró en el parqué el pasado 1 de octubre.
Ese día quedaron interrumpidas las transacciones durante toda la sesión, en la primera ocasión que eso sucedía desde que el sistema fue informatizado, en 1999, debido a lo que se calificó entonces como un "problema relacionado con la información de mercado".
Según informó la cadena pública de televisión NHK, la inspección de los funcionarios de la Agencia de Servicios Financieros busca reunir información y determinar las sanciones económicas que puedan recaer en el operador del mercado, Japan Exchange Group (JPX).
El problema técnico generó unas pérdidas para el parqué tokiota valoradas en unos 300.000 millones de yenes (unos 2.400 millones de euros/2.800 millones de dólares), según cálculos de medios locales, por las operaciones que no pudieron hacerse durante la jornada.
En la explicación que dio la Bolsa de Tokio se atribuyó el problema a fallos en las funciones de respaldo de la información que generan los sistemas, al parecer por errores en la configuración, por lo que se optó por suspender las transacciones.
Según el diario financiero Nikkei, el objetivo de las autoridades es asegurarse que el operador del mercado cuenta con un sistema operativo que permita reanudar las negociaciones de manera oportuna incluso si se produce una falla.
La inspección en las instalaciones del parqué bursátil no está afectando a las operaciones.