Lucía Leal
Washington, 3 jul (EFE).- La OEA se sumó hoy a otros organismos regionales que han expresado su respaldo al Gobierno de Argentina en su disputa por los fondos buitre, en una declaración que alerta del posible impacto en la "arquitectura financiera internacional" del fallo judicial que situó al país al borde de la suspensión de pagos.
Reunidos en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), los cancilleres y representantes del continente coincidieron mayoritariamente con la tesis de Argentina de que el fallo en su contra sienta un precedente judicial que amenaza la capacidad de los Estados de renegociar su deuda en casos de necesidad.
"No es solo un problema financiero, no es un problema solo judicial, no es solo de jurisdicción. Es un problema mundial, un problema del mundo entero que muestra una falla en el sistema de financiamiento a los países", dijo en su intervención el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof.
Sin generar controversia y con las únicas abstenciones de EE.UU. y Canadá, que expresaron su posición en sendas notas a pie de página, Kicillof y el canciller argentino, Héctor Timerman, se llevaron a casa una victoria simbólica que, esperan, sea de ayuda en su intento de renegociar la cantidad de pago a los fondos buitre.
"Hemos recibido un contundente apoyo de la región para colaborar con un problema que excede a la Argentina y que deja muy, pero que muy aislados a los fondos buitre y a aquellos que piensan que es un problema que no tiene que ver con el sistema financiero internacional", sentenció Kicillof en declaraciones a la prensa.
La declaración aprobada por la OEA expresa "su respaldo a la República Argentina a fin de que pueda seguir cumpliendo con sus obligaciones, pagando su deuda, honrando sus compromisos financieros y para que a través del diálogo logre un acuerdo justo, equitativo y legal con el 100 % de sus acreedores".
La organización hemisférica también muestra "su pleno apoyo al logro de una solución que busque facilitar el amplio proceso de reestructuración de la deuda soberana argentina".
Según la OEA, "es esencial para la estabilidad y predictibilidad de la arquitectura financiera internacional garantizar que los acuerdos alcanzados entre deudores y acreedores, en el marco de los procesos de reestructuración de las deudas soberanas, sean respetados".
Ése último párrafo fue el único que generó algo de debate, dado que varios países del Caribe presionaron para redactarlo así en lugar de mencionar a "agentes especulativos que ponen en riesgo los acuerdos alcanzados entre deudores y acreedores, afectando la estabilidad financiera global", como rezaba la propuesta original.
Pese a suavizar ese punto, casi todos los funcionarios expresaron en la sesión su rotunda solidaridad con Argentina y su preocupación por los posibles efectos de la decisión judicial en la región.
El primero en esa lista fue el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que fue categórico al tachar de "injusta aberración" el fallo contra Argentina del juez neoyorquino Thomas Griesa, que dio la razón a los fondos especulativos que no aceptaron las reestructuraciones de deuda planteadas por el país suramericano en 2005 y 2010 (canjes a los que se acogieron el 92 % de los acreedores) y denunciaron a Argentina en Estados Unidos.
"Esta situación no sólo amenaza la estabilidad financiera de este hermano país, sino que además daña gravemente los mecanismos de reestructuración de deuda soberana que se han venido desarrollando, con el acuerdo de los organismos internacionales de crédito, para permitir a numerosos países superar sus crisis de deuda", dijo Insulza.
La canciller de Honduras, Mireya Agüero, alertó de que el fallo sienta un "precedente peligroso" porque "la globalización económica sin globalización de la transparencia es un suicidio para los pobres"; y el embajador de Nicaragua ante la OEA, Denis Moncada, llegó a decir que los daños a fortunas personales por la acción de los fondos buitre "configuran posibles delitos de lesa humanidad".
"Una vez más se demuestra que el sistema capitalista es un cáncer que amenaza a la humanidad", dijo por su parte el canciller de Bolivia, David Choquehuanca.
La canciller de Colombia, María Ángela Holguín, indicó que "lo que ocurre en los mercados financieros de una nación se propaga en mayor o menor medida a los demás países"; mientras que el ministro de Gobierno de Chile, Álvaro Elizalde, consideró "indispensable contar con instrumentos que ayuden a la materialización de los acuerdos".
El titular de Economía argentino coincidió en que "sería deseable que la comunidad internacional instrumente mecanismos de reestructuración de deuda que aseguren que eso no sea un camino sin final, y que sean aceptadas por todos los estados miembros".
Estados Unidos incluyó una nota a pie de página de la resolución diciendo que no puede "apoyar la declaración" porque el tema que atañe "sigue siendo un asunto judicial" en su país, y que Canadá también se abstuvo sin indicar las razones.
Junto a los apoyos logrados por Argentina en foros como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el Mercosur y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Argentina cuenta ahora con el respaldo de la OEA en su carrera para evitar la suspensión de pagos, que podría darse a partir del próximo 30 de julio.
"Vamos a seguir negociando, pero no vamos a aceptar la extorsión, no vamos a aceptar medidas contra el pueblo argentino. No nos vamos a suicidar", sentenció hoy Timerman.
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