Javier Aja
Dublín, 25 oct (EFE).- Dos años después de pedir un rescate a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, Irlanda está en el buen camino para abandonar a final de 2013 su programa de ayuda, aunque deberá continuar con su política de austeridad y recortes, sobre todo en la sanidad.
Esa es la principal conclusión del octavo análisis trimestral dado a conocer hoy por la tríada que forma la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI sobre la actuación del Gobierno irlandés para cumplir con las condiciones de su rescate, cuantificado en 85.000 millones de euros.
A pesar de la "difícil" coyuntura "externa", la buena marcha del rescate permitirá a la troika presentar antes de Navidad un documento con una hoja de ruta en la que se detallarán los pasos a seguir para lograr ese objetivo, anunció hoy el ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan.
Según el análisis de los inspectores, Irlanda ha cumplido con "firmeza" todas las condiciones marcadas hasta la fecha por la UE y el FMI, y está lista para regresar a los mercados de deuda en 2013 en busca de fuentes de financiación alternativas.
Aunque la troika no ha dado detalles sobre el contenido del plan de ajuste para el próximo año, más allá de la advertencia del "exceso presupuestario" en sanidad, el Ejecutivo ha adelantado que deberá tomar decisiones "difíciles" en los presupuestos generales para 2013, que se presentarán en diciembre.
"Serán tan justos y equitativos como sea posible y tratarán de ser consecuentes con el objetivo de hacer crecer a la economía y generar empleo", aseguró hoy el Gobierno en un comunicado.
También la troika quiso dejar claro que el principal objetivo es la creación de puestos de trabajo, pues calificó la "alta" tasa de desempleo (14,8 %) de "inaceptable", al tiempo que confió en que los próximos presupuestos "serán duraderos, tan orientados hacia el crecimiento como sea posible y que amortigüen el impacto de los ajustes sobre los más vulnerables".
En opinión del economista jefe de la firma dublinesa Merrion, Alan McQuaid, la realidad es que Bruselas, y "sobre todo, Berlín", quieren que Irlanda continúe con los recortes para presentarla como el "mejor ejemplo" de que las políticas de austeridad funcionan.
Por ello continuarán los recortes durante el próximo año "en las prestaciones sociales, en la sanidad o en los salarios del sector público", lo que podría venir acompañado por la introducción de nuevos impuestos como el de la propiedad, aseguró a Efe el experto.
En el lado positivo, arguyó McQuaid, si Europa quiere dar ejemplo con Irlanda, el Gobierno podría presionar para solucionar la cuestión de la recapitalización directa de su sistema bancario, aprovechando que Francia y Alemania han asegurado que pedirán al Eurogrupo que tenga en cuenta su "especificidad" a la hora de recibir ayuda europea.
La desvinculación de la deuda soberana de la deuda bancaria aliviaría la presión sobre el déficit del Estado irlandés, que, desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, ha inyectado 64.000 millones de euros en el rescate de su sistema financiero.
En principio, con un nuevo pacto de reestructuración de su deuda bancaria, el Gobierno de Dublín podría afrontar con más garantías los retos de 2013, cuando las exportaciones volverán a ser el motor de su economía y se espera un repunte de la demanda interna.
Mientras, Irlanda será capaz de cerrar este año cumpliendo con el objetivo de déficit público del 8,6 % del PIB tras haber aplicado un duro plan de ajuste por 4.200 millones de euros, al tiempo que en 2013 la meta es bajar hasta el 7,5 % del PIB, a pesar de que la troika pronostica un "modesto" crecimiento de en torno al 1 %, medio punto más que en 2012. EFE
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