Por Alberto Fajardo y Alexandra Valencia
QUITO, 12 oct (Reuters) - Un grupo indígena en Ecuador, que ha encabezado protestas masivas para restablecer un subsidio a los combustibles, dijo que aceptó conversar con el presidente Lenín Moreno, la primera señal de avance en una disputa que ha provocado más de una semana de disturbios, que se agudizaban el sábado en Quito.
Quito se vio sacudido por un décimo día de enfrentamientos contra los planes de austeridad de Moreno, en una tensa jornada en la que se incendió el edificio de la contraloría del Estado y se bloquearon los accesos al aeropuerto. El canal de televisión Teleamazonas mostró imágenes de sus propias oficinas en llamas, aunque dijo que sus empleados no sufrieron daños.
En un mensaje televisado a la nación sudamericana de 17 millones de habitantes, Moreno agradeció a los líderes indígenas por acceder a conversar, pero no comentó si tenía pensado invalidar la ley que puso fin al subsidio a los combustibles.
También dijo que ordenó un toque de queda respaldado por el Ejército en Quito y en los valles circundantes a partir de las tres de la tarde (2000 GMT), culpando de los disturbios a extremistas que, según acusó, se infiltraron en las protestas.
"Vamos a restablecer el orden en todo Ecuador", dijo Moreno. "Iniciamos con el toque de queda en Quito. He dispuesto al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas inmediatamente tomar las medidas y operaciones que sean necesarias. Restableceremos el orden en todo Ecuador".
Sin embargo, el anuncio del toque de queda se conoció apenas media hora antes de su entrada en vigor, lo que dio poco tiempo para volver a sus casas a los manifestantes, muchos de los cuales viajaron a la capital desde las provincias.
CONAIE, una confederación de grupos indígenas en Ecuador, hizo el anuncio público de sus conversaciones con Moreno.
El defensor del pueblo ecuatoriano, Freddy Carrión, que ha estado supervisando el conflicto y animando el diálogo, dijo que los líderes de CONAIE no sabían que el presidente planeaba anunciar el toque de queda, algo que, según señaló, podría poner en peligro las conversaciones.
"Es una medida que veo más bien desesperada del gobierno, que ahonda mucho mas la violencia y el caos", comentó Carrión, quien recomendó al mandatario que suspenda de forma inmediata la medida que pone fin al subsidio a los combustibles.
Los líderes de la CONAIE no pudieron ser contactados de inmediato para comentar la situación, Un portavoz de un grupo que pertenece a la organización afirmó que sus miembros estaban reunidos en asamblea y rechazó hacer declaraciones.
CONVERSACIONES PÚBLICAS
Con anterioridad, uno de los líderes de CONAIE dijo al canal de televisión local Ecuavisa que las condiciones para las conversaciones incluían que fueran públicas y transmitidas por los medios.
"Nosotros no vamos a dialogar tras vestidores tiene que ser con el pueblo ecuatoriano. Debe ser en un lugar independiente, sin injerencia de ningún sector político", dijo Leonidas Iza, de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador.
El alcalde de Quito, Jorge Yunda, dijo a Ecuavisa que el gobierno de Moreno decidió "analizar" la ley que puso fin a los subsidios al combustible y provocó la escalada de protestas y enfrentamientos.
Moreno, de 66 años, se ha negado en repetidas ocasiones a dar marcha atrás en la medida, que asegura que forma parte de sus esfuerzos por controlar el déficit fiscal tras sellar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un crédito por 4.200 millones de dólares.
El gobierno no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre si está abierto a rechazar o revisar la ley, pero en Twitter publicó un video en el que se escucha a Moreno describiendo un país que recobra la paz y la prosperidad.
Antes de la imposición del toque de queda, el centro de Quito parecía una zona de guerra, con sus calles envueltas en humo y repletas de ladrillos tirados. Pequeños fuegos ardían y grupos de personas se escondían detrás de muros y barricadas caseras en busca de protección.
La televisión ecuatoriana mostró imágenes de la oficina del contralor envuelta en humo. La policía dijo que fueron detenidas 30 personas en el edificio, de varias plantas.
Desde el comienzo de los disturbios del 3 de octubre han muerto cinco personas, según la oficina de Carrión. Más de 1.100 personas fueron arrestadas y casi 1.000 heridas, señaló.
Los manifestantes han cerrado pozos petroleros en varias partes del país, con una pérdida de más de 1 millón de barriles de crudo hasta la fecha, dijo el Ministerio de Energía el sábado. Una mina de cobre de propiedad china anunció la limitación temporal de sus operaciones como medida de precaución.
El objeto de la ira de los manifestantes es el FMI y el giro a la derecha de Moreno tras su elección en 2017 como sucesor del izquierdista Rafael Correa.
Moreno trasladó la base de su gobierno desde Quito a la ciudad costera de Guayaquil más temprano en la semana para escapar de la violencia.
(Reporte de Alberto Fajardo y Alexandra Valencia en Quito; reporte adicional y escrito por Mitra Taj; editado en español por Carlos Serrano y Javier López de Lérida)