Roma, 10 oct (EFE).- Italia vio interrumpida hoy una racha de ocho emisiones en las que pagó menos por financiarse en los mercados de deuda y se vio obligada a elevar los tipos de interés para colocar el máximo previsto de 11.000 millones de euros que ofrecía en bonos a tres y doce meses.
Fue la primera cita que el país transalpino afrontaba en los mercados de deuda después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisara a la baja sus previsiones para la economía global para 2012 y 2013, así como sus estimaciones para Italia, a la que situó a la cola de la actividad económica de la zona euro este año.
El FMI estimó que el producto interior bruto (PIB) italiano sufrirá una contracción del 2,3 % en 2012 y del 0,7 % para 2013, cuatro décimas peor que las previsiones de julio para los dos años.
Asimismo, alertó de que la fugas de capitales desde la periferia hacia el centro de la eurozona subrayan la inestabilidad financiera en Europa, e hizo hincapié en la situación que viven en este sentido países como Italia y España y sus altos diferenciales de deuda soberana como reflejo de las tensiones financieras.
En un momento en el que, según los analistas, vuelve a advertirse cierta preocupación por la situación de las cuentas públicas italianas tras un período de relajación, el Tesoro italiano asignó 8.000 millones de euros en bonos a un año y 3.000 millones en bonos a tres meses.
En las denominaciones a un año pagó un interés del 1,941 %, frente al 1,692 % ofrecido en la anterior emisión, mientras que para la deuda a tres meses los inversores exigieron una rentabilidad del 0,765 %, frente a la del 0,700 % de septiembre, y en ambos casos la demanda superó la oferta.
Para los bonos a doce meses esta fue de 14.160 millones de euros, lo que supone un ratio de cobertura de 1,77 veces, superior al de 1,65 veces registrado en la emisión de mediados de septiembre.
En el caso de la deuda a tres meses la demanda alcanzó los 8.367 millones de euros, lo que supone un ratio de cobertura de 2,79 veces, por encima del registrado a mediados septiembre, cuando fue de 2,25 veces.
Los analistas destacaron la fuerte demanda recibida pese a la subida de tipos exigida por los inversores, y expertos consultados por el diario "Milano Finanza" subrayaron que la diferencia entre el rendimiento máximo y mínimo fue contenido, en torno a un punto base, mientras que en el pasado mes de media fue de 2-4 puntos, lo que indicaría la presencia de una demanda menos especulativa.
Por otro lado, la responsable del Tesoro italiano, Maria Cannata, anunció hoy que la necesidad de financiación de Italia para 2013 se reducirá en 20.000 millones de euros, por lo que 2013 será menos comprometido que 2012 en este sentido.
Cannata en los últimos días señaló que la situación está volviendo a la normalidad, tras las tensiones registradas en los últimos meses y después de que la prima de riesgo llegara a tocar en noviembre de 2011 el récord histórico de 574 puntos básicos, aunque todavía no es el momento de lanzar un nuevo "benchmark" -deuda que se utiliza como referencia de un mercado- a 15 años.
El efecto Draghi, dijo Cannata en alusión al nuevo programa de compra de deuda de los países con dificultades anunciado a principios de septiembre por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), "continuará teniendo efecto", aunque señaló que hay que esperar a ver cómo evoluciona la situación.
Por su parte, el Gobierno italiano sigue trabajando en sanear sus cuentas públicas y mejorar la competitividad de su economía, con el fin de recuperar la confianza de los mercados.
Así, el Ejecutivo tecnócrata presidido por Mario Monti aprobó esta madrugada la ley de presupuestos para 2013, con un ajuste de 11.600 millones de euros repartido en los próximos tres años, una bajada de impuestos para las rentas más bajas y el aumento de un punto del IVA.
La subasta de este martes es la primera de una tanda de dos que concluirá mañana con una nueva emisión en la que el Tesoro italiano intentará captar entre 4.250 y 6.000 millones de euros en bonos a 3, 5, 10 y 15 años. EFE