Tokio, 17 feb (EFE).- Las compañías listadas en los mercados nipones de renta variable se disponen a pagar por tercer año consecutivo un volumen récord de dividendos que alcanzaría los 10,8 billones de yenes (algo más de 85.000 millones de euros), un 10 por ciento más que en 2015.
Según detalla un estudio realizado y publicado hoy por el diario económico Nikkei, incluso las compañías que prevén menores beneficios para el actual ejercicio -que concluye el 31 de marzo- han decidido en su mayoría no rebajar los rendimientos prometidos a sus inversores.
Según el sondeo, realizado entre 3.600 sociedades anónimas japonesas, el 90 por ciento de estas empresas que esperan ver reducidas sus ganancias mantendrá lo inicialmente prometido o incluso aumentarán los pagos que realizaran el próximo junio a sus accionistas.
Nikkei considera que detrás de este sexto año consecutivo de incremento se encuentran, además de unas buenas proyecciones de beneficios, las presiones del actual Gobierno nipón para forzar un cambio en la cultura corporativa del archipiélago.
La administración del primer ministro Abe espera hacer más atractivos los mercados de valores locales forzando a las empresas a que rompan con las inclinaciones conservadoras de antaño y a que desbloqueen sus reservas para dar mayores retornos.
Con este flujo extra de liquidez en manos de particulares, el Ejecutivo espera dar no solo impulso al consumo, motor de la economía nipona, si no también favorecer que los accionistas vuelvan a reinvertir los fondos extra que perciben en junio en renta variable ante la promesa de percibir cada vez mejores réditos.