Tokio, 3 jun (EFE).- La OCDE estimó hoy en su informe de perspectivas de 2015 que Japón seguirá creciendo hasta el año próximo, al mismo tiempo que instó a activar reformas que potencien la inversión privada y a sanear los balances para combatir el déficit y el endeudamiento.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que la economía nipona ha "rebotado", tras el parón motivado por la subida del IVA de 2014, y que gracias a la caída del crudo y a las subidas salariales crecerá en torno a un 0,75 por ciento este año y a un 1,5 por ciento en 2016.
Se espera que el crecimiento de las exportaciones "se mantenga boyante" como reflejo del debilitado yen y de la recuperación gradual del comercio internacional, y que la inflación, casi inexistente en la actualidad por la caída del petróleo, comience a manifestarse en la segunda mitad del año y que alcance el 1,5 por ciento interanual para finales de 2016.
Aunque esto no coincide con la hoja de ruta del Banco de Japón (BoJ), que espera lograr un 2 por ciento de inflación para dichas fechas, el organismo considera que la entidad debe seguir adelante con su programa de flexibilización a gran escala activado en 2013 hasta lograr dicha meta inflacionaria.
Por otro lado, la reducción de deuda pública es una "prioridad máxima" que hay que atajar mediante la creación de una nueva política de consolidación fiscal -el Gobierno nipón tiene previsto presentarla este verano- "creíble".
Esto se debe al volumen alarmante de deuda pública de Japón, que "no está en camino" de lograr su meta de convertir el déficit primario en un superávit para el año 2020, "incluso aunque suba al 10 por ciento el IVA en 2017 como tiene previsto".
Mejorar la productividad laboral del país, que está un 25 por ciento por debajo de la media de la OCDE, es otra tarea urgente.
Para ello es fundamental potenciar la inversión privada mediante la activación de medidas clave como la mejora de los marcos de gobierno de las empresas.
La OCDE también volvió a insistir en la necesidad de mejorar los servicios de guardería, la conciliación laboral-familiar y las diferencias salariales entre géneros para permitir una mayor incorporación de la mujer al trabajo y así sostener una población activa menguante por el envejecimiento del país.