Bruelas, 27 sep (.).- El Tribunal General de la Unión Europea validó este miércoles la multa de la Comisión Europea a Valve, propietaria de la plataforma de distribución de juegos Steam, y a cinco desarrolladoras de videojuegos por impedir a sus consumidores acceder a los juegos en un país distinto al de su residencia, lo que se conoce como prácticas de "bloqueo geográfico".
Valve y estos cinco editores (Bandai Namco (TYO:7832), Capcom (TYO:9697), Focus Home (EPA:ALFOC), Koch Media y ZeniMax) recurrieron ante la justicia comunitaria la multa de 7,8 millones de euros impuesta en enero de 2021 por Bruselas, quien considera que sus acuerdos bilaterales para evitar que los consumidores comprasen o jugasen videojuegos de PC de un país diferente a aquel en el que viven viola las normas de la Unión Europea sobre competencia.
El Tribunal General considera que Bruselas ha demostrado la existencia de estas prácticas entre Valve y las desarrolladoras y que "el objetivo de este bloqueo geográfico era impedir que los videojuegos distribuidos en determinados países a bajo precio fueran adquiridos (...) en otros países en los que los precios son muy superiores".
"El bloqueo geográfico en cuestión no perseguía un objetivo de protección de los derechos de autor de los editores de los videojuegos para PC, sino que se utilizaba para eliminar las importaciones paralelas de esos videojuegos y asegurar el elevado nivel de los cánones percibidos por los editores e incluso de los márgenes que percibía Valve", determinó el Tribunal General.
El tribunal comunitario con sede en Luxemburgo incidió, ante la alusión de los recurrentes a los derechos de autor, que estos sólo aseguran a sus titulares "la protección de la facultad de explotar comercialmente la puesta en circulación o la puesta a disposición de los objetos protegidos".
"No les garantiza, sin embargo, la posibilidad de reclamar la máxima remuneración posible ni de adoptar comportamientos que puedan provocar diferencias de precio artificiales entre los mercados nacionales compartimentados", advirtió el tribunal.
La "diferencia artificial de precio" que resulta de esa compartimentación es "incompatible" con las normas del mercado interior de la UE.
A través de la plataforma Steam, Valve distribuye digitalmente videojuegos de los cinco desarrolladores, empleando códigos que los jugadores activan en la plataforma para ratificar que la copia no ha sido pirateada.