Madrid, 22 jul (.).- La agricultura y la ganadería familiar son parte de la solución para lograr un futuro del medio rural sostenible frente a la despoblación, ha destacado este jueves la organización agraria UPA en la presentación de su anuario anual.
El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha defendido la agricultura familiar como opción de futuro, frente a otros modelos como el que representan las macrogranjas o la agricultura superintensiva.
Ha sostenido que los agricultores familiares, "clase media" en el medio rural, están "pegados al territorio" y han garantizado el suministro de alimentos durante la pandemia, por lo que las políticas públicas deberían contribuir a mantener su modelo.
"Nadie puede cobrar por debajo de lo que cuesta producir", ha insistido Ramos, defensor del cumplimiento de la ley de la cadena alimentaria y de los pagos redistributivos de la Política Agraria Común (PAC).
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha señalado en la clausura del acto que en la Conferencia Sectorial de la semana pasada con las comunidades autónomas se evitaron "batallas políticas".
Ha resaltado el "consenso" que hubo para que el documento inicial presentado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) fuera la "vía de avance para concluir el plan estratégico nacional" de aplicación de la PAC.
"Hemos dejado muy poco terreno a quienes quieren convertir este tema en una batalla política y añadirlo a todas las querellas que nos rodean", ha apuntado.
El ministro ha resaltado el esfuerzo de diálogo con las organizaciones agrarias y otros actores en el diseño de la política agraria y ha recordado que "la inmensa clase media de la agricultura está por debajo del umbral" de las ayudas, por lo que se pretende lograr un reparto "más justo" con la reforma.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha recordado el carácter "estratégico" de la agricultura local, que requiere un "compromiso permanente del Gobierno" con el fin de potenciarla y mantener el "equilibrio necesario entre las ciudades y el campo".
Ha resaltado la necesidad de "no dejar en manos del populismo" y de la "ultraderecha" a la población de las zonas rurales, y ha instado a encontrar instrumentos para combatir la alta temporalidad en el sector agrario.
Asimismo, se ha mostrado partidario de subir los precios agrarios, lo que tiene que "conllevar la dignificación de los trabajadores del campo y de sus salarios".