Madrid, 5 jul (.).- El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, ha celebrado este lunes la fortaleza de la recuperación económica, pero eso no quita para que haya que acometer reformas estructurales y reducir los niveles de deuda pública.
Durante su participación en un encuentro bancario organizado por el IESE y EY, el máximo responsable de la patronal bancaria ha considerado que hay que transformar la economía para que se den las condiciones que permitan a un millón o millón y medio de personas encontrar empleo.
Además, ha insistido en la importancia de que España reduzca sus niveles de deuda pública para tener margen de maniobra en caso de futuras crisis, después de haber hecho frente a la gran recesión y diez años después a la pandemia del coronavirus.
Roldán ha advertido de que reducir la deuda pública no será sencillo y supondrá un esfuerzo "considerable" pero ha abogado por hacerlo al menos durante una década.
Aun así ha abogado por mirar el futuro con optimismo y volver a normalizar las vidas, volviendo a las oficinas o cogiendo un avión por trabajo para compartir experiencias y tener puntos de vista más enriquecedores.
NO HABRÁ UN TSUNAMI DE IMPAGOS
El presidente de la AEB ha explicado que las previsiones económicas hacen pensar que no habrá un tsunami de préstamos impagados, con lo que el saldo de préstamos morosos crecerá a un ritmo "mucho menor" del que se esperaba el año pasado.
A modo de ejemplo, ha destacado que un 52 % de la financiación concedida durante la pandemia está en condiciones ya de repagar y eso es una buenísima noticia, que coloca a la banca en una situación muy buena para financiar la recuperación económica.
El propósito del sector es que toda empresa viable logre mantenerse.
En cuanto a los fondos europeos, ha insistido en su idea de que el sector puede ayudar a canalizarlos y ha añadido que, en un periodo muy corto, España tendrá un volumen ingente de dinero que tendrá que gastar bien.
En el mismo encuentro, el presidente del Instituto de Crédito Oficial, José Carlos García de Quevedo, ha coincidido en que la capilaridad del sector financiero para llegar a empresas y autónomos es algo que hay que considerar.
"Lo fundamental es que cuando funciona la colaboración público y privada, a todos los niveles, este país puede hacerlo muy bien en comparación con otros países del entorno", ha añadido el máximo responsable del ICO.
Como muestra, García de Quevedo ha citado las líneas del ICO para conceder liquidez a las empresas más afectadas por la crisis del coronavirus, lo que permitió conceder más de 125.000 millones a través de 1,1 millones de operaciones.
En los 50 años del ICO, se han llevado a cabo tres millones de operaciones y en sólo un año, más de un millón cien mil, ha asegurado, antes de destacar que los avales se han concentrado y se han asignado los recursos a los sectores adecuados, es decir, a los más perjudicados por la pandemia.
FALTA DE SUPERVISIÓN A LAS BIGTECH
El presidente de la AEB ha vuelto a reclamar las mismas reglas de juego para las grandes tecnológicas, las "bigtech", si se dedican a prestar servicios bancarios y a asumir los mismos riesgos.
Pero además de una reclamación sobre esta actividad, Roldán ha pedido que haya una supervisión porque el 10 % de los ingresos de los gigantes tecnológicos viene ya de actividades financieras y, ha exclamado, "acaban de empezar".
También ha mostrado su sorpresa por ver en televisión anuncios en horas de máxima audiencia de financieras que pueden llegar a cobrar intereses de hasta el "2.836 %".