Madrid, 4 dic (.).- Las patronales del sector financiero AEB y CECA han rechazado este lunes que el Gobierno modifique el Código bancario de Buenas Prácticas para ayudar a los clientes vulnerables y han reafirmado también su oposición a la posible ampliación o readaptación del impuesto a los ingresos extraordinarios del sector.
Durante su intervención en una jornada financiera organizada por Prensa Ibérica, los representantes de la banca (AEB) y de los bancos constituidos por las antiguas cajas de ahorros (CECA) también se han mostrado en contra de la creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Bancario, que decayó en la anterior legislatura y se podría retomar ahora.
Según ha explicado la directora general de la AEB, María Abascal, sería preferible mejorar los servicios de reclamaciones ya existentes, como los del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En cuanto al Código, que el Gobierno quiere ampliar y que considera que ha habido pocas solicitudes, Abascal ha defendido que desde la aprobación del acuerdo, hace un año, la situación económica española es "mejor de lo que se esperaba" en términos de empleo, morosidad y ahorro, lo que reduce la cantidad de familias que necesitan recurrir a esta herramienta.
También ha recordado que los bancos han puesto en marcha iniciativas bilaterales con clientes "más allá del Código", y que en un 60 % de ellas se han alcanzado acuerdos, por lo que a su juicio no hace falta modificar una norma que "da respuesta a los que la necesitan y da tranquilidad a quienes la puedan necesitar en el futuro".
En cuanto a la supuesta lentitud de la banca a la hora de tramitar las solicitudes de los clientes para acogerse a Código y el alto número de peticiones rechazadas, el representante de CECA, Antonio Romero, ha considerado que solo ha pasado un año desde el acuerdo y hay que dar tiempo a que las cosas funcionen antes de adoptar otras medidas.
Y sobre el impuesto temporal a la banca, Romero ha insistido en la firme oposición del sector a una tasa construida, a su juicio, sobre premisas equivocadas y que dificulta la capacidad de las entidades de dar créditos, lo que a su vez influye en el crecimiento económico y en la estabilidad financiera.
"Seguimos rechazando el relato de los beneficios extraordinarios", lo que está ocurriendo es una normalización de la política monetaria, y lo extraordinario han sido todos los años con tipos cero o negativos.
Asimismo, ha pedido a los Gobiernos de la UE que no improvisen en estas cuestiones porque los estados miembros están intentando avanzar en la unión bancaria y en ese contexto no es adecuado que surjan figuras fiscales de creación unilateral.