París, 11 jul (EFE).- Los precios de la banda ancha en España, tanto en las redes fijas como en móviles, estaban entre los más altos de los países de la OCDE en septiembre pasado, según un informe publicado hoy en el que se insiste en la necesidad de unos mercados abiertos y competitivos para apoyar la innovación.
España figuraba como el país más caro en buena parte de las ofertas de banda ancha fija y en algunas de móvil, indicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su estudio anual "Perspectivas de las Comunicaciones 2013" que recogen como datos más recientes los de septiembre del pasado año.
Así por ejemplo, por dos gigabytes en banda ancha móvil para tabletas un consumidor en España tenía que pagar 34,45 dólares en términos de paridad de poder adquisitivo, frente a los 19,35 dólares de media en los 34 Estados de la organización.
Sólo otros cuatro países superaban el umbral de los 30 dólares por esa canasta tipo: Estados Unidos (33,61 dólares), Japón (33,20 dólares), Bélgica (32,72 dólares) y Canadá (31,83 dólares).
En el extremo opuesto no llegaban al listón de los 10 euros Estonia (9,04 dólares) y sobre todo Finlandia (7,11 euros).
En el caso de la banda ancha fija, por dos gigabytes en España había que pagar 47,71 dólares (siempre en paridad de poder adquisitivo), el precio más alto justo por encima de Noruega (43,09 dólares), Irlanda (41,38 dólares), México (36,87) y Francia (34,85).
Todo eso muy alejados de los más baratos, que eran Estonia (14,40 dólares), Corea del Sur (16,35 dólares), Eslovaquia (16,84), Japón (19,26) e Israel (19,62).
La OCDE explicó que globalmente entre 2010 y 2012 los precios bajaron para la telefonía fija y más todavía en el móvil.
En 2011, las suscripciones de móviles en la organización representaban el 65,4 % del total, frente al 64 % en 2009. Los abonos a la banda ancha con fibra progresaron a un ritmo del 16,61 % en ritmo interanual en ese periodo.
El porcentaje de clientes de móviles con acceso a internet pasó del 23,1 % en 2009 al 56,6 % en junio de 2012.
Los ingresos de las telecomunicaciones, que se habían resentido al inicio de la crisis financiera, se estabilizaron en 2010 y repuntaron en 2011 gracias al tirón de los móviles y en particular a los teléfonos inteligentes.
La OCDE insistió en la importancia de que haya una verdadera competencia en este mercado de las telecomunicaciones.
Aludió a ejemplos como los de Francia o Israel, donde esa competencia se ha incrementado con la llegada de nuevos operadores móviles. EFE