Por Kate Holton
LONDRES, 23 sep (Reuters) - Cientos de miles de turistas quedaron atrapados el lunes por el colapso de la empresa de viajes más antigua del mundo, Thomas Cook (LON:TCG), lo que activó el mayor esfuerzo de repatriación de la historia británica desde la Segunda Guerra Mundial
La caída marca el final de una compañía británica que comenzó en 1841 realizando excursiones locales en tren y creció para ser pionera en viajes familiares en Europa, América, África y Oriente Próximo.
La empresa administra hoteles, centros turísticos y aerolíneas que atienden a 19 millones de personas al año, actualmente hay unas 600.000 personas fuera de sus países que necesitarán la ayuda de gobiernos y compañías de seguros para volver a casa desde lugares como Cancún, Cuba y Chipre.
La desaparición de Thomas Cook, anunciada en las primeras horas del lunes después de que no llegara a un acuerdo con sus acreedores o para un rescate del gobierno, provocó alarma en algunos hoteles que han pedido a sus clientes que paguen nuevamente la cuenta.
"No voy a pagar por mis vacaciones de nuevo", dijo David Midson de Inglaterra a Reuters, tratando de encontrar información en la recepción de un hotel en Roda, Grecia. "Desearía haber traído una licencia de conducir, porque ni siquiera puedo tomar un taxi (al aeropuerto)".
Además de sus 21.000 empleados, la caída de la compañía complicaba a sitios de internet de reservas, compañías de tarjetas de crédito, empresas de viajes que usan las aerolíneas de Thomas Cook y agencias de viajes en Reino Unido que se veían obligadas a cerrar.
Turquía y Grecia también advirtieron de que su sector hotelero sufriría consecuencias.
Thomas Cook se ha visto afectado por una deuda de 2.100 millones de dólares por una serie de negocios desafortunados, que le impidieron responder a la agilidad de rivales en línea.
La empresa necesitaba vender tres millones de vacaciones al año solo para cubrir los pagos de intereses.
Mientras trataba de llegar a una nueva generación de turistas, la compañía se vio afectada por el intento de golpe de estado de 2016 en Turquía, uno de sus principales destinos, y la ola de calor en toda Europa de 2018 que desalentó los viajes al extranjero.
La empresa había acordado un paquete de rescate de 900 millones de libras con sus bancos y el mayor accionista, Fosun 1992.HK de China, pero los prestamistas solicitaron 200 millones de libras adicionales para mantener a la empresa funcionando durante el invierno.
El primer ministro británico, Boris Johnson, se comprometió a traer de vuelta a sus hogares a los viajeros británicos varados en el extranjero, en un nuevo reto para su gobierno justo cuando trata de negociar una retirada increíblemente complicada de la Unión Europea.
"Es una situación muy difícil y obviamente nuestros pensamientos están con los clientes de Thomas Cook", dijo Johnson a periodistas en un avión, mientras se dirigía a la Asamblea General de la ONU en Nueva York. "Haremos nuestro mejor esfuerzo para traerlos a casa".
El consejero delegado, Peter Fankhauser, dijo que era muy triste que la empresa hubiera quebrado al no haber conseguido un paquete de rescate de sus prestamistas en unas frenéticas conversaciones que se prolongaron durante el fin de semana.
La Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (CAA) dijo que Thomas Cook había dejado de operar y que el regulador y el Gobierno tenían una flota de aviones lista para empezar a traer a casa a los más de 150.000 clientes británicos en las próximas dos semanas.
"Me gustaría pedir disculpas a nuestros millones de clientes y a los miles de empleados, proveedores y socios que nos han apoyado durante muchos años", dijo Fankhauser en un comunicado difundido en la madrugada del lunes.
"Es una cuestión de profundo pesar para mí y para el resto del consejo que no lo hayamos conseguido".
(Información de Kate Holton en Londres; información adicional de Alistair Smout en Corfu; Noor Zainab Hussain en Bangalore y corresponsalías en Europa, Editado en español por Javier López de Lérida)