Sao Paulo, 14 nov (.).- El gigante cárnico brasileño JBS obtuvo un beneficio neto de 3.632 millones de reales (unos 788 millones de euros) en los nueve primeros meses de 2019, frente a las pérdidas de 538 millones de reales (unos 117 millones de euros) del mismo periodo de 2018, informó este jueves la compañía.
Solo en el tercer trimestre de este año, la mayor cárnica del mundo logró un beneficio neto de 356,7 millones de reales (unos 77,4 millones de euros), con el que revirtió las pérdidas de 133,5 millones de reales (unos 29 millones de euros) del mismo periodo del año pasado.
Unos resultados impulsados por las operaciones de la empresa en Brasil y por la adquisición de otras compañías, negocios que aumentarán los ingresos anuales de JBS en unos 5.300 millones de reales (unos 1.150 millones de euros), según un informe de la empresa.
En el tercer trimestre de 2019, JBS registró unos ingresos netos de 52.184 millones de reales (unos 11.324 millones de euros), lo que supone un volumen un 5,6 % superior al obtenido en el mismo periodo de 2018.
Entre julio y septiembre, el 73 % de las ventas globales de JBS se realizaron en los mercados domésticos en los que la compañía actúa, mientras las exportaciones fueron del 27 % .
La compañía informó de que su ebitda (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) fue récord en el tercer trimestre del año y alcanzó los 5.909 millones de reales (1.282 millones de euros), lo que representa un aumento del 33,6 % con respecto al mismo periodo de 2018.
Entre julio y septiembre, JBS logró unos importantes ingresos, que contribuyeron a la reducción de su deuda y la anticipación de los pagos a los bancos brasileños.
La deuda neta de la compañía se redujo un 9 % en el tercer trimestre de 2019 en relación a los datos del año pasado, situándose en los 45.099 millones de reales (unos 9.786 millones de euros).
JBS se vio inmersa en los últimos años en diversos escándalos, entre ellos la operación policial, entre ellas la que destapó una red que falsificaba los resultados de los exámenes de calidad que se hacían a las muestras de sus productos.
Tras los múltiples escándalos de corrupción, JBS se vio obligada a poner en marcha un programa de venta de activos, necesitada de liquidez para saldar deudas y mantenerse en un mercado que le cerró el acceso a créditos.