Bruselas, 12 may (.).- La Comisión Europea (CE) aprobó hoy "sujeta a condiciones" la adquisición de Brocade, empresa estadounidense especializada en soluciones de almacenaje de datos, por Broadcom, fabricante de circuitos integrados para comunicaciones de banda ancha con sede en Estados Unidos.
En concreto, el Ejecutivo comunitario exigió cumplir requisitos de interoperabilidad y proteger la información confidencial de los competidores para permitir la compra.
Bruselas reconoció que las actividades de Brocade y Broadcom no se solapan porque suministran productos diferentes para infraestructuras y aplicaciones de comunicaciones y centros de datos empleados, habitualmente, por instituciones financieras y de telecomunicaciones, medios de comunicación y administraciones públicas.
Aun así, la Comisión insistió en sus preocupaciones ante posibles perjuicios a la competencia por la relación entre las partes creadas en la transacción y la complementariedad de los productos de Brocade y Broadcom.
En particular, el Ejecutivo centró su investigación en los chips necesarios para las redes de almacenamiento Fibre Channel y para los productos de redes de protocolo Internet, si bien concluyó que tras la adquisición seguirán existiendo en el mercado otras empresas manufactureras alternativas para comprar esos bienes.
Sin embargo, Bruselas teme que la información confidencial sobre la competencia sea empleada en la nueva entidad para proporcionar ventajas a sus propios servicios.
Sobre los conmutadores y tarjetas para redes de almacenamiento Fibre Channel, Bruselas también dedujo que la nueva entidad no expulsará del mercado a sus competidores.
De todas formas, a la Comisión le preocupa una hipotética alteración de la interoperabilidad entre los propios conmutadores Fibre Channel y las tarjetas de adaptadores de "host" (HBA) de los competidores, lo que daría ventajas a las tarjetas HBA de la nueva empresa fusionada.
Frente a esas inquietudes, Broadcom se comprometió a cooperar con proveedores alternativos de tarjetas HBA para alcanzar el mismo nivel de interoperabilidad que poseen en la actualidad sus tarjetas HBA, así como para proteger información confidencial de terceras partes.
De ese modo, el Ejecutivo comunitario concluyó que la transacción, modificada por los compromisos, no plantea conflictos de competencia.
Bruselas recalcó que su decisión depende del cumplimiento "total" de los compromisos.
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