Lisboa, 8 jun (.).- La Comisión Europea, que actualizará su política de fiscalidad verde este año, considera que este instrumento ayudará a dificultar "malas" elecciones y comportamientos por parte de las empresas y apoyar la transición hacia una economía más verde.
"Creemos que la fiscalidad verde puede ser una fuerte ayuda para facilitar buenos comportamientos y elecciones y dificultar los malos", señaló hoy el comisario europeo para la Economía, Paolo Gentiloni, en una conferencia organizada en Lisboa por la bolsa paneuropea Euronext (PA:ENX) sobre financiación de la economía verde y azul.
Gentiloni recordó, en una intervención por videoconferencia, que la UE va a actualizar su directiva de impuestos energéticos, que tiene más de 20 años y "apoya más los combustibles fósiles que las energías renovables".
Está previsto que el bloque comunitario presente en julio 12 propuestas para avanzar hacia la meta de reducir las emisiones de carbono en un 55 % para 2030.
En ese paquete también habrá medidas para tratar de la misma forma a las importaciones que a la producción en Europa en términos de emisiones de carbono, para evitar una "competencia injusta" de industrias de países con metas medioambientales menos ambiciosas que la UE, señaló Gentiloni.
El italiano recordó además que la UE ha exigido a los estados miembros que, al menos, el 37 % de los fondos para el plan de recuperación se destinen a inversiones en la transición energética y que el 30 % de la emisión de deuda conjunta europea serán bonos verdes.
"En la UE tenemos un buen ejemplo de que la sostenibilidad y la transición climática pueden estar en el centro de nuestras estrategias, de la recuperación y el crecimiento", indicó.
FINANZAS MÁS VERDES
La Comisión Europea también está trabajando en hacer más verde el sistema financiero y a la vez facilitar la financiación de las inversiones sostenibles, defendió en el mismo foro la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness.
"Queremos que la banca integre la sostenibilidad y eso significa ayudarlos a reflejar los problemas medioambientales en su sistema de créditos", dijo, con productos como hipotecas o préstamos verdes, y a la vez proteger al sistema financiero de los riesgos climáticos.
En ese sentido, recordó que estos riesgos estarán incluidos en los test de estrés a la banca a partir de 2022.
Europa también tiene en marcha una taxonomía financiera sostenible, que "mejorará la transparencia, que es exactamente lo que los inversores necesitan, y ayudará a reducir costes, ya que ahora identificar inversiones sostenibles puede ser complicado y caro", defendió la comisaria en una intervención por videoconferencia.
Otro de los objetivos es crear estándares para apoyar mercados de capitales de calidad para los bonos verdes, para tener "una regulación justa para las inversiones sostenibles" y a la vez actuar "contra el 'greenwashing' haciendo que haya más información disponible en los mercados".
La cita contó en su apertura con un mensaje del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que consideró que hay una "enorme brecha" en la financiación destinada a combatir el cambio climático, revertir la pérdida de biodiversidad y proteger los ambientes marinos.
Guterres apeló a todas las instituciones financieras a alinear sus estrategias con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con el Acuerdo de París hasta 2024, para "acabar con la financiación del carbón tanto en el mercado doméstico como el extranjero, desincentivar su uso y empezar una década de expansión masiva de las renovables".