Pekín, 29 abr (.).- La ciudad china de Chengdu (centro) levantó este lunes las restricciones de compra de vivienda que había impuesto hace siete años y medio, en un nuevo paso hacia la liberalización del mercado inmobiliario del país.
La medida, que se suma a la relajación de las políticas en otras ciudades como Wuhan (centro), Hefei (sur), Nanjing (este) y Changsha (centro), refleja un cambio de tendencia en la estrategia del Gobierno chino para abordar el 'sobrecalentamiento' del sector inmobiliario, informó el medio digital The Paper.
Chengdu, capital de la provincia central de Sichuan, aplicó a partir de 2016 una serie de medidas restrictivas para controlar la demanda inmobiliaria, incluyendo límites a la cantidad de propiedades que podían poseer los residentes y restricciones a la compra de viviendas de segunda mano.
Sin embargo, en la segunda mitad de 2021, la ciudad comenzó a flexibilizar gradualmente estas medidas, y ahora ha dado un paso más al eliminarlas por completo.
A pesar del levantamiento de las restricciones, el mercado inmobiliario de Chengdu aún se encuentra en una fase de ajuste, con las transacciones en marzo de 2024 disminuyendo en comparación con el año anterior y un índice de sentimiento del mercado negativo de -0.79.
La relajación de las políticas inmobiliarias en Chengdu y otras ciudades chinas se enmarca dentro de una tendencia nacional hacia la liberalización del sector.
Desde el año pasado, alrededor de 35 ciudades han aprobado medidas para facilitar la compra de vivienda, y solo 7 ciudades, excluyendo la insular y turística Hainan, mantienen restricciones de compra.
En las principales ciudades como Cantón (sur), Shanghái (este) y Pekín, las restricciones de compra se han relajado significativamente, aunque aún existen condiciones específicas para la compra de vivienda, como requisitos de área de construcción, período de pago de impuestos y seguro social.
En el caso de Shenzhen (sur), The Paper avanza la posible cancelación de las restricciones de compra después del feriado de mayo por el Día del Trabajo, aunque las autoridades locales aún no han confirmado la medida.
La flexibilización de las políticas inmobiliarias en China tiene como objetivo estimular la demanda del sector y contribuir a la recuperación económica del país.
Sin embargo, analistas advierten que la medida también podría generar riesgos, como un nuevo repunte de los precios de la vivienda en algunas ciudades.
Los precios de la vivienda nueva en China cayeron por noveno mes seguido en febrero, según datos oficiales que muestran que el mercado sigue sin responder a medidas oficiales como la retirada de restricciones a la compra y el impulso a la financiación a las promotoras en apuros.
Por ello, el ministro de Vivienda y Desarrollo Urbano y Rural de China, Ni Hong, anunció en marzo un plan para impulsar la reforma del sector inmobiliario y la mejora de las viviendas, que incluye la creación de un nuevo "mecanismo de coordinación entre la demanda, la oferta, el suelo, el dinero y los recursos".
El político fijó entre las prioridades del Ejecutivo para este año "promover de forma ordenada y decidida" la venta de viviendas terminadas, en un momento de crisis del sector inmobiliario chino, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se ha llegado a estimar en torno a un 30 %, según algunos analistas.