Barcelona, 22 jun (.).- El sector de la construcción en España crecerá en la segunda mitad del año un 5,5 % y conseguirá recuperar los niveles de producción prepandemia a finales de 2022, según el último informe Euroconstruct, elaborado por el Instituto de Tecnología de la Construcción, ITeC.
El informe, más optimista que el publicado en invierno, tiene en cuenta que 2020 ha sido menos negativo de lo que se esperaba, tras una caída de la producción del 10,4 %, y recoge una proyección para 2022 de un crecimiento del 6 % y del 3,5 % para 2022.
La ingeniería civil y la edificación residencial son los dos sectores de la construcción que impulsan la actividad, mientras que las previsiones son más moderadas para el no residencial y la rehabilitación.
En concreto, el mercado de la vivienda experimentará un crecimiento tanto por la edificación de nueva planta como por la rehabilitación, aunque la primera espera una reactivación natural, por sus propios medios, y la segunda está a expensas del Plan de Recuperación.
El informe, que el ITeC ha presentado este martes en un 'webinar', contempla crecimientos del 6 % y el 7 % en 2021 y 2022 en la vivienda nueva, lo que haría posible la vuelta a la producción prepandemia, mientras que espera una expansión del mercado en 2023, con un crecimiento de alrededor del 3 %.
En el mercado no residencial, con un impacto negativo del -14,2 % en 2020, las previsiones apuntan a una subida del 2,5 % anual, un porcentaje insuficiente, advierte el estudio, para recuperar el volumen del mercado perdido.
En este ámbito, hay subsectores dinámicos como el logístico y las oficinas con otros más frágiles como los vinculados al comercio.
La ingeniería civil, que sufrió un impacto en 2020 del - 6,6 %, cuenta con nichos que se verán muy beneficiados por las ayudas del Plan de Recuperación, como el transporte ferroviario y la infraestructura hidráulica.
El director general del ITeC, Francisco Dieguez, ha destacado que la construcción saldrá de la crisis con "más fuerza" que el conjunto de Europa, aunque tardará medio año más en alcanzar los niveles anteriores a la irrupción del coronavirus.