Madrid, 3 mar (.).- La situación económica actual y las dudas sobre la evolución de la pandemia obligan a los bancos a estar más pendientes que nunca de la evolución de la morosidad o el posible deterioro de sus activos, al tiempo que les apremia a transformarse para competir en un mundo cada vez más digital.
Estas son algunas de las conclusiones del informe "Unión Bancaria, ¿una vacuna contra la crisis?", elaborado por la consultora PwC y publicado este miércoles, en el que se advierte de la "amenaza" para la banca de las grandes tecnológicas, las llamadas "bigtech".
El estudio analiza también el papel de la Unión Bancaria durante la COVID-19 y concluye que ha servido de escudo para detener el primer golpe de la crisis, ya que las instituciones europeas han sabido identificar correctamente el problema y han tomado las medidas necesarias, que han actuado como un "anestésico eficaz".
La Unión Bancaria ha permitido al sector financiero navegar la crisis con relativa tranquilidad y mantener a pleno rendimiento la concesión de préstamos a empresas y familias.
Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo todavía muy elevada y ello explica que los supervisores europeos hayan pedido a los bancos que refuercen la vigilancia sobre los préstamos dudosos e inste a hacer provisiones.
UN CAMBIO DEL MODELO DE NEGOCIO
El proceso de digitalización de la banca, ya en marcha antes de la pandemia, ha avanzado "a grandes zancadas" y acelerará el cambio del modelo de negocio.
El estudio considera que la digitalización será un factor determinante para combatir la baja rentabilidad, la rémora de la herencia de los activos físicos y la creciente competencia de nuevos jugadores, especialmente de las llamadas "bigtech".
Los grandes tecnológicos, como Amazon (NASDAQ:AMZN), Google (NASDAQ:GOOGL), Apple (NASDAQ:AAPL), Microsoft (NASDAQ:MSFT), Facebook (NASDAQ:FB), Alibaba (NYSE:BABA), Paypal (NASDAQ:PYPL) o Ebay, suponen cada vez un desafío mayor para los bancos, por delante de las "fintech"; la transversalidad de sus operaciones, unido a su alcance geográfico y su creciente actividad en muchos servicios financieros les sitúan como competidores "mucho más peligrosos".
Además, el informe señala que la crisis ha acabado por reforzar la posición del sector y la capitalización bursátil de las "bigtech" creció, de media, un 38 % en el último año, frente a las caídas del sector financiero.
Los líderes tecnológicos son cada vez más grandes y con mayor "potencia de fuego" para emprender nuevos proyectos financieros.
En el caso de los préstamos, por ejemplo, en 2019 las "fintech" y "bigtech" movieron, en todo el mundo, créditos por valor de casi 800.000 millones de dólares, algo más de 660.000 millones de euros al cambio actual y cuatro veces más que en 2013. Y de ese importe, el 70 % correspondió a las grandes tecnológicas.
OPCIONES PARA LA BANCA
PwC llega a la conclusión de que la banca cuenta con herramientas suficientes para "defenderse", aunque aboga por afinar en la gestión de riesgos y prestar atención a sectores como la hostelería, el ocio y el transporte, cuya recuperación puede estar lejana.
También insta a los bancos a "pelear" cada trozo de su territorio y no renunciar a aquellas líneas de negocios que son más permeables a la entrada de los nuevos jugadores, como los medios de pago, al tiempo que considera "aconsejable" crear productos o marcas específicamente digitales para atraer a los más jóvenes.
PwC se suma a los que piden a las entidades que consideren participar en fusiones, ya que aunque no es necesariamente la mejor opción, "en las actuales condiciones", es una alternativa a tener en cuenta y si se hacen bien, permiten ajustar costes, ganar eficiencia y mejorar en solvencia.