Andrés Sánchez Braun
Tokio, 14 mar (EFE).- La Bolsa de Tokio vivió hoy una pésima jornada, en la que se dejó más de un 3 por ciento arrastrada por Wall Street, los malos datos de China y la inestabilidad en Ucrania, que está haciendo a los inversores alejarse de cualquier operación de riesgo.
El selectivo Nikkei cerró con una caída de 488,32 puntos, un 3,30 por ciento, y quedó en 14.327,66 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, bajó 38,76 puntos, un 3,21 por ciento, y se situó en 1.164,70 unidades.
En una sesión marcada nuevamente por las malas perspectivas que planean sobre China, principal socio comercial de Japón, la creciente tensión en Ucrania terminó por arrebatar el poco apetito mostrado en las últimas jornadas por los inversores de la plaza nipona.
Si la semana arrancó ensombrecida con la pésima balanza comercial china, que registró en febrero un déficit de 22.980 millones de dólares (el primero en once meses), el flojo dato de la producción industrial del país asiático publicado ayer justificó aún más los temores sobre la ralentización de la segunda economía mundial.
La producción industrial china creció un 8,6 por ciento en los dos primeros meses de 2014, la tasa más baja de los últimos cinco años.
Por ello, no sorprendió que hoy importantes valores nipones ligados a la demanda china sufrieran retrocesos contundentes, como los fabricantes de maquinaria Komatsu o Hitachi Construction Machinery, que se dejaron, respectivamente un 3,5 y un 3,6 por ciento.
Este panorama negativo en China y el empeoramiento de la situación en Ucrania ya golpearon en la víspera a las bolsas europeas y a Wall Street, donde el Dow Jones de Industriales cedió un 1,41 por ciento y cerró en su menor nivel en las últimas tres semanas.
Tokio siguió esa estela tras el arranque, al tiempo que el fortalecido yen acabó por agudizar sus pérdidas.
El dólar, que en la víspera se movió por la banda baja de los 102 yenes, se intercambió hoy en la franja inferior de los 101.
Peor parado salió el euro, que venía de cambiarse ayer en Tokio en la banda baja de las 143 unidades para pasar hoy a transitar por la inferior de las 141.
Esto contribuyó a tumbar a varios de los grandes valores exportadores de referencia, tanto en el sector de la electrónica como en el de la fabricación de vehículos.
Pero ante todo, fue la situación en Ucrania la que preocupó hoy sobremanera a los inversores, según explicaron analistas locales.
Los ejercicios militares rusos llevados a cabo en la zona fronteriza con Ucrania, el envío de los primeros aviones de combate de EEUU a Polonia y el que Washington y Bruselas insistieran en advertir a Moscú de consecuencias "muy serias" si se anexiona la región de Crimea incrementaron mucho el nerviosismo en el parqué.
Hiroaki Hiwada, analista de Toyo Securities, explicó a la agencia Kyodo que dada la incertidumbre en torno a las consecuencias que pueda tener el referéndum que se celebra en Crimea este domingo para decidir su independencia los inversores trataron hoy de calibrar si la tendencia bajista que ha provocado esta crisis tendrá un tope.
"Con la celebración del referéndum este fin de semana y la reunión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos programada para la próxima semana, esperamos además ver pocas compras en los próximos días", añadió.