Por Helene Durand
LONDRES (IFR) - Los bancos pequeños de la periferia en Europa tendrán dificultades para emitir nueva deuda por las pérdidas que asumirán previsiblemente los inversores con cinco emisiones de deuda senior en Portugal, dijeron expertos que temen ahora un cierre temporal para nuevas emisiones de deuda por parte de entidades de menor tamaño.
El Banco de Portugal conmocionó al mercado a finales de diciembre al transferir casi 2.000 millones de euros de deuda senior de Novo Banco al banco malo que aglutina los peores activos de Banco Espirito Santo desde su rescate en 2014. Tras el traspaso el valor de los títulos se acercó casi a cero, dejando a los inversores con escasas expectativas para recuperar su dinero.
"Lo que ha pasado en Portugal dificultará el acceso al mercado de los bancos de segunda fila", dijo un gestor de fondos.
"Un inversor puede optar por invertir en un banco más débil o en un banco fuerte como HSBC o Citigroup (N:C). ¿Si creo que el año que viene un banco como HSBC no respetaría sus obligaciones de pago con los bonistas? No. ¿Pero un banco italiano de segunda fila?".
En 2015, incluso antes de la debacle de Novo Banco, algunas entidades de menor cualificación crediticias ya tenían dificultades para emitir deuda.
Banco Sabadell (MC:SABE), con un rating de Ba1/BB+/A, canceló el pasado verano una emisión de 500 millones de euros a cuatro años por falta de demanda a los precios que quería pagar, mientras que a entidad italiana Veneto Banca, con el rating B+/BB, no pudo colocar la deuda para la que ya había dado un mandato a la banca para buscar compradores.
Los expertos dijeron que las instituciones financieras que enfrentan cualquier duda acerca de su solvencia o liquidez o tendrán dificultades para emitir deuda o tendrán que pagar precios muy elevados.
"Lo que pasó con Novo Banco pone un signo de interrogación en torno a los emisores más débiles y será muy difícil para estos bancos, con un rating inferior al grado de inversión, acceder al mercado", dijo un banquero de alto nivel.
Los precios de algunos de los bonos de los bancos con calificación más débiles de Europa cayeron fuertemente en el mercado secundario inmediatamente después de la noticia de Novo Banco y, si bien se han recuperado algo desde entonces, los inversores siguen afrontando graves pérdidas.
Una emisión de deuda de 750 millones de euros de la entidad italiana Banco Popolare di Vicenza, colocada en marzo de 2015, ha perdido casi 14 puntos porcentuales en el mercado secundario y cotizó el viernes a 85,4, ofreciendo una rentabilidad del 6,878%. Otra emisión de esta entidad o Vicenza ofrece ahora una rentabilidad del 8,38 por ciento desde el 3,693 por ciento al que se colocó hace un año.