Lisboa, 26 jun (EFE).- La presión sobre la deuda portuguesa volvía a relajarse a primera hora de la sesión de hoy, lo que hizo que las obligaciones lusas a dos años renovasen de nuevo su mínimo histórico.
Estos títulos cotizaban en el mercado secundario -donde se compran y venden los bonos adquiridos en subasta pública- al 0,82 % de interés, aun así todavía por encima de las tasas que presentan otros países de su entorno, como Irlanda (0,25 %), España (0,5 %) o Italia (0,61 %).
Hace apenas dos años y medio, Portugal vivió los momentos de mayor tensión durante la crisis financiera y esta misma deuda se intercambiaba al 21 % de interés, reflejo de la desconfianza de los inversores sobre su futuro.
Desde entonces, la presión que ejercen los mercados se ha aliviado significativamente y actualmente se encuentra en niveles históricamente bajos, debido en buena parte a las medidas de estímulo adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE).
A diez años -el plazo de referencia para los analistas- la deuda lusa cotizaba al 3,45 % y a cinco años lo hacía al 2,24 %, tasas consideradas sostenibles por los expertos.
Las autoridades lusas continúan pendientes de la evolución de estos intereses, tras el cierre del rescate concedido por la UE y el Fondo Monetario Internacional, ya que ahora su sostenibilidad financiera depende de los resultados de sus emisiones públicas de deuda y la rentabilidad exigida por los inversores en el mercado secundario es considerada un punto de referencia.