Lisboa, 27 nov (EFE).- La presión que ejercen los mercados sobre Portugal se alivió ligeramente durante las últimas sesiones, lo que ha permitido que sus títulos a diez años se mantengan por debajo de la barrera del 6 % de interés.
Concretamente, la rentabilidad exigida por los inversores para las obligaciones lusas a este plazo en el mercado secundario, -donde se compran y venden los bonos adquiridos en subasta pública-, reculaba hoy hasta el 5,86 %.
Después de subir mínimamente el pasado miércoles, cuando sobrepasaron nuevamente la barrera del 6 %, los títulos lusos han vuelto a caer, en línea con la tendencia a la baja registrada en toda Europa.
La evolución de la deuda soberana de Portugal en el mercado secundario se ha convertido en una especie de "cuestión de Estado" en el país, debido a que en apenas siete meses dejará de recibir fondos del rescate concedido por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y debe comenzar a financiarse de forma independiente.
Para lograrlo necesita colocar sus títulos a largo plazo -es decir, con vencimiento superior a dos años- a cambio de tasas sostenibles, ya que si no lo consigue se vería abocado a un segundo rescate, una opción que el Gobierno luso quiere evitar a toda costa.
Por este motivo, el Ejecutivo del primer ministro Pedro Passos Coelho elaboró unos Presupuestos para 2014 -aprobados ayer por el Parlamento- que recogen los ajustes acordados con la UE y el FMI, para dar así pruebas a los inversores de su compromiso con el cumplimiento de sus metas de déficit y con una reforma del Estado que garantice la sostenibilidad de las cuentas públicas lusas.
Analistas y expertos utilizan la cotización de los títulos en el mercado secundario como referencia para calcular cuánto debería pagar Portugal en una emisión pública de esas características.
Pero de momento, la mayoría duda de que el país sea capaz de salir del programa de asistencia financiero sin ningún tipo de ayuda y ya se especula con una línea de crédito preventiva concedida por Bruselas, como la que planteó en su momento Irlanda.
A dos y cinco años, las obligaciones lusas cotizaban hoy al 3,4 y al 4,8 % de interés.
Estas cifras, pese a seguir siendo elevadas según los especialistas, están muy alejadas de los máximos históricos registrados durante la época de mayor presión sobre Portugal, en enero de 2012, cuando los inversores exigían por sus títulos a dos, cinco y diez años una rentabilidad superior al 22 %, el 21 % y el 17 %, respectivamente. EFE