Andrés Sánchez Braun
Tokio, 31 oct (EFE).- El deterioro contable de las operaciones en telefonía móvil de la multinacional Sony ha ahogado los buenos resultados del resto de sus divisiones entre abril y septiembre, y la han llevado a perder casi siete veces más que en el mismo lapso de 2013.
El gigante nipón anunció hoy una pérdida neta acumulada durante esos seis meses de 109.200 millones de yenes (783 millones de euros), un 561 % más con respecto al mismo semestre del año anterior.
Sony ya dijo el pasado septiembre que el deterioro de estos activos, valorado en 176.000 millones de yenes (1.258 millones de euros), implicaría cerrar el ejercicio por segundo año consecutivo en números rojos.
La empresa admitió entonces que su negocio en este terreno se ha visto afectado por los cambios que ha experimentado el mercado y por la competitividad cada vez mayor de sus rivales chinos a la hora de fabricar y comercializar teléfonos inteligentes.
Sony se ha encontrado con esta carga después de haberse deshecho a principios de año de su deficitaria división de ordenadores personales y de crear una filial con la de televisores (que llevaba una década en pérdidas), dos pasos fundamentales dentro del proceso de reestructuración en el que se encuentra inmersa.
Y es que el gigante nipón ha registrado números rojos cada año desde 2007, solo con la excepción de 2012.
Durante la primera mitad del actual año fiscal (que en Japón concluye el 31 de marzo de 2015) la empresa tokiota tuvo una pérdida operativa de 15.800 millones de yenes (113 millones de euros), lo que contrasta con los 49.400 millones (354 millones de euros) de ganancia que registró en abril-septiembre de 2013.
Datos nada halagüeños, pese a que su facturación escaló un 6,5 por ciento hasta los 3,71 billones (26.611 millones de euros).
La compañía puntualizó hoy en un comunicado que el deterioro en telefonía contrarrestó la "mejora significativa" de los resultados operativos de la práctica totalidad de sus divisiones.
En el trimestre junio-septiembre destacó especialmente el fuerte avance de las ventas de su consola Playstation 4, así como un aumento de los ingresos por servicios online que han acompañado el lanzamiento del dispositivo, que salió al mercado a finales del año pasado.
Tan solo en ese periodo, las ventas de hardware, videojuegos y servicios y productos a través de Playstation Network (PSN) aumentaron un 83,2 por ciento interanual hasta los 309.500 millones de yenes (2.212 millones de euros).
Los analistas estiman que la Playstation 4 lleva desde noviembre de 2013 vendidas 12,3 millones de unidades, el doble que sus competidoras XBOX One, de Microsoft, y Wii U, de Nintendo, que además se lanzó un año antes.
La división de videojuegos de Sony registró además en el trimestre abril-septiembre una ganancia operativa de 21.800 millones de yenes (155 millones de euros), a diferencia de los 4.200 millones (30 millones de euros) perdidos en el mismo periodo de 2013.
Otra de las ramas que mejor rindió en el último trimestre fue la de dispositivos (que incluye semiconductores y componentes).
Esta incrementó sus ventas en un 23,1 por ciento interanual hasta los 247.700 millones de yenes (1.771 millones de euros) y su beneficio operativo en un 149 por ciento hasta los 29.600 millones (211 millones de euros).
Por su parte, la de cine aumentó su facturación en un 2,4 por ciento con respecto junio-septiembre del año pasado hasta los 182.200 millones de yenes (1.301 millones de euros), y redujo su pérdida operativa un 94 por ciento hasta dejarla en 1.000 millones de yenes (7 millones de euros).
La multinacional mantuvo intacta su previsión de resultados para la totalidad del actual ejercicio fiscal nipón.
De este modo, pronostica una pérdida neta por valor de 230.000 millones de yenes (1.643 millones de euros), casi el doble que el año pasado.
A su vez prevé una pérdida operativa de 40.000 millones de yenes (285 millones de euros), lo que contrasta con los 26.500 (189 millones de euros) ganados en 2013, y un incremento del 0,38 por ciento en sus ventas, que estima que alcanzarán los 7,8 billones de yenes (55.753 millones de euros).