Buenos Aires, 23 mar (.).- El PIB de Argentina se desplomó el año pasado el 9,9 %, uno de sus peores ejercicios históricos, pero mostró signos de recuperación en el último trimestre de un nefasto 2020, marcado por la pandemia de la covid-19.
Los datos difundidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) confirman que el producto interior bruto (PIB) de Argentina registró el año pasado su peor caída desde la severa crisis que estalló en el país suramericano a finales de 2001 e hizo que la economía cayera un 10,9 % en 2002.
Las magnitudes de desplome en los diferentes componentes del PIB muestran con evidencia el impacto que en la economía argentina, en recesión desde 2018, ha acarreado la pandemia y las severas restricciones adoptadas por el Gobierno de Alberto Fernández para hacer frente a la emergencia sanitaria.
De acuerdo al informe oficial, en 2020 la oferta global se contrajo un 11,5 %, debido a la caída del 9,9 % del PIB y al desplome del 18,1 % en las importaciones de bienes y servicios.
A su vez, la demanda global retrocedió también el 11,5 %, con una disminución del 13 % en la formación bruta de capital fijo y una caída del 17,7 % en las exportaciones, mientras que el consumo privado cayó 13,1 % y el consumo público descendió el 4,7 %.
En el análisis sectorial, los datos también revelan los drásticos efectos de las restricciones sanitarias impuestas el 20 de marzo de 2020 y que comenzaron a ser flexibilizadas hacia mediados de año.
Así, entre los sectores de mayor peso económico, fueron notables las caídas en la construcción (-22,6 %), la industria manufacturera (-7,7 %), la agricultura (6,9 %) y el comercio (5,4 %).
Pero hubo otros sectores que, aunque con menor incidencia en el PIB global, presentaron magnitudes de retroceso aún peores, como el de los hoteles y restaurantes, cuya actividad se contrajo en 2020 el 49,2 %.
Sólo mostraron avances, aunque muy leves, los servicios de intermediación financiera (2,1 %) y los servicios de electricidad, gas y agua (0,9 %).
EL VASO MEDIO LLENO O MEDIO VACÍO
Pese al demoledor resultado anual, el informe difundido este martes contiene un elemento positivo y es que, en el cuarto trimestre del año, el PIB confirmó una tendencia a la recuperación ya iniciada en el tercer trimestre.
El PIB del cuarto trimestre arrojó una mejora del 4,5 % respecto a los tres meses precedentes.
Con todo, el avance observado sobre el final del año no logra quitar el sabor amargo de una economía que aún no consigue siquiera recuperar los niveles previos a la pandemia.
Y es que, en el cuarto trimestre, el PIB registró una caída del 4,3 % respecto a igual período de 2019, acumulando así once trimestres consecutivos sin crecimiento interanual.
Claro que si se insiste en ver el "vaso medio lleno" se observará que la magnitud de la caída interanual verificada en último trimestre de 2020 está muy por debajo del desplome del 19 % registrado en el segundo trimestre del año pasado, un nivel de retroceso sin antecedentes en las series estadísticas del país suramericano.
HACIA LA RECUPERACIÓN
Con los resultados registrados en 2020 y tras la caída del PIB del 2,5 % en 2018 y del 2,2 % en 2019, Argentina ha sumado tres años en recesión.
Sin embargo, los pronósticos para 2021 son de recuperación, así mientras el Gobierno prevé una mejora del 5,5 %, los economistas privados que mes a mes consulta el Banco Central argentino para su informe de expectativas proyectan un rebote del 6,2 %.
Para el economista Martín Calveira, investigador de IAE Business School de la Universidad Austral, se espera "cierta recuperación durante los primeros dos trimestres del año y un crecimiento anual promedio de 6,1 %".
Sin embargo, según el experto, "se presenta un nivel preocupante de incertidumbre en relación a la disponibilidad de vacunas" contra la covid-19 y "su correcta administración".
"Esto determinará los impulsos sobre la recuperación de la actividad y los recursos fiscales necesarios para sostener ese objetivo", sostuvo Calveira.