Dublín, 5 feb (EFE).- El juicio por fraude de tres altos ejecutivos del Anglo Irish Bank en Dublín es único en la historia de Irlanda por la composición del jurado, afirmó hoy la fiscalía al comienzo de un proceso que pone cara a los culpables de la crisis.
Unos 800 testigos, entre ellos 42 policías, y más de 24 millones de documentos serán presentados a un jurado compuesto por doce personas, al que se añade, por primera vez, otras tres para que el proceso no se venga abajo en caso de que "mueran" o "enfermen" más de dos miembros, explicó hoy el abogado del Estado Paul O'Higgins.
"Es la primera vez que ocurre en la historia del Estado. Todos ustedes son 15 jueces a todos los efectos en este caso", declaró el letrado sobre un proceso que tiene previsto durar entre cuatro y seis meses por su complejidad.
El exdirector ejecutivo Sean FitzPatrick y otros dos altos directivos de la entidad son los primeros banqueros de renombre que se sientan ante el tribunal de lo penal de Dublín por delitos relacionados con la crisis que atraviesa este país desde 2008.
FitzPatrick, exdirector de Finanzas William McAteer y el exdirector general de Préstamos Patrick Whelan se han declarado inocentes de 16 cargos presentados contra cada uno por la "prestación ilegal de asistencia financiera" a "16 individuos" en julio de 2008 con el propósito de revalorizar de manera fraudulenta las acciones del Anglo Irish Bank.
Ese delito está penado en Irlanda con un máximo de cinco años de cárcel y una multa que se situaría en un mínimo de 3.100 euros.
Durante el "boom" de la construcción en Irlanda, el Anglo Irish Bank se convirtió en el prestamista preferido de ese sector por su facilidad para conceder créditos de alto riesgo, lo que generó deudas multimillonarias cuando estalló la burbuja en 2008.
FiztPatrick, McAteer y Whelan llegaron a prestar de manera supuestamente fraudulenta 451 millones de euros a esos 16 individuos, miembros de un grupo conocido como "Maple 10", para comprar acciones del banco.
Entre los integrantes del "Maple 10" figuran seis miembros de la familia de Sean Quinn, el que fuera el hombre más rico de Irlanda y a quien el Anglo reclama una deuda de casi 3.000 millones de euros, a pesar de que el exmillonario se ha declarado en bancarrota.
El colapso de este banco llevó al Gobierno a nacionalizarlo en 2009 y a invertir más de 30.000 millones de euros en su rescate, lo que le obligó un año después, ahogado por la deuda, a pedir un programa de ayuda a la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 85.000 millones de euros, abandonado con éxito en diciembre.
Como parte de la reestructuración del sistema bancario irlandés, el Gobierno de Dublín fusionó el Anglo Irish Bank y el Irish Nationwide, y ambos fueron cerrados definitivamente el pasado año a través de una entidad llamada Irish Bank Resolution Corporation (IBRC). EFE