Berlín, 18 mar (.).- La restauración y la hostelería alemanas pidieron este jueves al Gobierno alemán un plan claro de reapertura que le dé una perspectiva al sector, que ha sido uno de los más afectados por las repercusiones económicas de la pandemia.
"En el sector crecen la ira, la desesperación y el miedo al futuro", dijo en conferencia de prensa el presidente de la Federación Alemana de Hoteles y Restaurantes (DEHOGA), Guido Zöllick.
Zöllick, de cara a la reunión que tendrá con el sector el lunes la canciller Angela Merkel, pidió que se defina cómo y bajo qué condiciones se puede plantear una reapertura en el sector y agregó que si se sigue exigiendo un sacrificio especial a hoteles y restaurantes las ayudas tienen que aumentar.
"Si se nos sigue pidiendo un sacrificio especial para que otros sectores y los colegios y las guarderías puedas seguir abiertos entonces tenemos que recibir una compensación", aseguró.
La facturación del sector, dijo Zöllick con base en cifras del Departamento Federal de Estadística (Destatis), tuvo en 2020 una caída del 39 por ciento.
Según una encuesta de Dehoga la caída de la facturación desde el 1 de marzo de 2020 hasta ahora ha sido incluso del 63,0 por ciento.
"El miedo de las empresas a desaparecer crece. Un 72,2 por ciento temen por su existencia y un 24,8 por ciento se plantean un cierre definitivo", aseguró Zöllick.
Los proveedores del sector también se ven afectados por la situación y tuvieron en 2020 una caída en la facturación del 37 por ciento.
"El 22 de marzo tiene que haber un plan claro que muestre cuándo y bajo qué condiciones los restaurantes y los hoteles pueden volver a abrir. No se trata de abrir a cualquier precio pero necesitamos una perspectiva clara", señaló Zöllick.
"No es comprensible para nosotros que el Gobierno permita ir de vacaciones a Mallorca y a la vez prohíba recibir huéspedes en las terrazas de nuestros restaurantes", agregó.
Zöllick recordó que el sector ha desarrollado planes de seguridad biológica y que no ha sido uno de los factores que han impulsado la pandemia.
Las ayudas económicas, por otra parte, están llegando tarde, según Dehoga, y no son suficientes.
"Se trata de asegurar el futuro de un sector con 222.000 empresas y 2,4 millones de trabajadores", dijo Zöllick.