Madrid, 13 nov (.).- España es el séptimo país de la UE con más aportación de la industria farmacéutica al valor añadido bruto (VAB), con 24.002 millones de euros, mientras que, con 265.325 puestos de trabajo generados, se sitúa en cuarto lugar en este apartado, solo por detrás de Alemania, Francia e Italia.
La industria farmacéutica aporta un valor económico a la UE de 311.000 millones de euros (2022) en términos de valor añadido bruto (VAB), de los que 163.000 millones corresponden al VAB directo; 68.000 millones, al VAB indirecto, a través de la cadena de suministro europea, y 80.000 millones, al VAB inducido, mediante el gasto de los empleados.
Entre 2016 y 2022, la contribución de la industria farmacéutica aumentó un 6,9 % anual, según un informe de PwC para la Federación Europea de la Industria Farmacéutica difundido este miércoles.
La industria farmacéutica europea realizó inversiones en I+D por valor de 46.200 millones de euros y generó un total de 2,3 millones de puestos de trabajo en el continente.
Se trata de un sector "altamente productivo", impulsado por niveles constantemente altos de inversión, investigación e innovación, lo que supone que sea tres veces más productivo que la economía europea en su conjunto y que sea más productivo que otras industrias similares, de acuerdo con el estudio.
Desafíos
Sin embargo, no está exenta de desafíos, siendo el mayor de ellos la divergencia en la inversión en I+D de la UE y otras partes del mundo, ya que no logra en los últimos años seguir el ritmo del crecimiento observado en el sector en Asia y Estados Unidos.
Hasta 2014, Europa y EEUU tenían niveles similares de inversión en I+D, pero desde entonces, Estados Unidos ha invertido sistemáticamente el nivel más alto de I+D en medicamentos, por lo que la brecha se está ampliando.
En concreto, en Europa, la inversión en I+D en productos farmacéuticos ha crecido una media del 4,4 % cada año entre 2010 y 2022, pasando de 27.800 millones a 46.200 millones de euros, mientras que, en EEUU, el incremento ha sido del 5,5 % de promedio durante el mismo período, desde 30.700 millones a 71.500 millones.
En cuanto a China, si bien en términos absolutos la inversión en I+D ha crecido a un ritmo similar al de Europa desde 2010, la tendencia del país asiático comienza desde una base baja, de modo que el crecimiento relativo es mucho mayor que el de Europa y Estados Unidos en términos porcentuales.
Así, en China, la inversión en I+D farmacéutica ha aumentado una media del 20,7 % al año durante el mismo período, pasando de 1.700 millones en 2010 a 14.800 millones de euros en 2022.
Esta creciente brecha en la inversión en I+D entre Europa, Estados Unidos y China "se ha correlacionado ya con una disminución relativa en el número de descubrimientos de nuevos medicamentos en Europa".
El informe destaca que en 2023, por primera vez en la historia, China superó a la UE en número de descubrimientos de nuevas entidades moleculares (NME), los nuevos medicamentos con un ingrediente activo que se comercializa por primera vez y cuyo descubrimiento es un producto clave de la actividad de I+D.