Natalia Kidd
Buenos Aires, 19 mar (EFE).- La inflación no da tregua en Argentina, con un avance de los precios al consumidor del 7,2 % en el primer bimestre del año, y con incrementos aún mayores en bienes básicos que el Gobierno busca contener mediante acuerdos con las cadenas de comercialización.
Tras el estreno el mes pasado del nuevo índice de inflación, que reemplaza a otro cuya fiabilidad estaba seriamente cuestionada, el organismo oficial de estadísticas dijo el lunes que en febrero la inflación fue del 3,4%, algo menor al 3,7 % registrado en enero.
En materia de precios, el primer bimestre estuvo seriamente impactado por la fuerte devaluación que sufrió el peso argentino en enero (22 %).
La tensión cambiaria cesó y el precio del dólar se estabilizó en febrero, pero los efectos del desbarajuste en el mercado de divisas se mantuvieron a la hora de la remarcación de precios en el segundo mes del año.
El Gobierno destacó, con todo, la "leve desaceleración" de febrero y aseguró que a partir de la segunda mitad de febrero la presión sobre los precios comenzó a ceder.
Sin embargo, y pese a la desaceleración del nivel general de la inflación en febrero, al poner la lupa sobre bienes "sensibles" para la población se observan saltos preocupantes.
Según los propios datos oficiales, los valores del grupo de alimentos y bebidas subieron en febrero un 4 %, por encima del 3,3 % del mes anterior.
La subida pone en entredicho la efectividad de los acuerdos de precios a los que ha echado mano el Gobierno de Cristina Fernández para contener la inflación.
El más extendido es el programa "Precios cuidados", que fija los valores de dos centenares de productos de consumo masivo, mayormente alimentos.
El Gobierno también pactó en febrero con privados un programa similar pero para el sector de la construcción, en específico para obras relativas a planes de vivienda con créditos otorgados por el Estado.
Sin embargo, de acuerdo al índice oficial del coste de construcción, difundido este lunes, la inflación en este segmento fue del 4 % en febrero, por encima del 1,7 % registrado en enero.
Otro sector "sensible" es el de la salud. De acuerdo a la nueva medición oficial, el bloque referido a servicios de atención médica y gastos para la salud pegó en febrero un salto en sus valores del 6 %, que se suma a la escalada del 5,9 % de enero.
Dentro de este grupo, los precios de los medicamentos dieron la nota, con un alza del 12,4 %. En el primer bimestre el incremento fue del 20,7 %.
La fuerte subida en los precios de los productos medicinales movió al Gobierno a sellar un acuerdo con laboratorios para retrotraer a partir de marzo los valores de los medicamentos a los precios de diciembre, pero la efectividad del convenio aún está por comprobarse.
Para las autoridades argentinas, el recalentamiento de los precios, que es una de las preocupaciones centrales de la economía local desde hace al menos seis años, se explica por una decisión de agentes "privados" de trasladar a los precios la reciente devaluación del peso.
"Por la variación cambiaria que hubo en enero, algunos sectores productivos y cadenas de comercialización que decidieron pasar el valor del dólar a sus precios. Eso no tiene ningún sentido económico", dijo este lunes el ministro de Economía, Axel Kicillof.
Para el ministro, "un sector netamente privado puede mover los precios" sin "pedir permiso a nadie".
"Cuando hay movimientos desmedidos de precios, hay caídas en la demanda. De eso no tiene culpa el Estado", afirmó
Fuera de los acuerdos de precios, para atender la inflación el Banco Central se ha dado a la tarea de absorber pesos y subir las tasas. Pero el Gobierno no ha puesto freno al gasto, medida que reclaman muchos expertos.
"Desde el Ministerio de Economía las señales siguen siendo confusas, sin moderar el gasto y culpando a los empresarios por una aceleración inflacionaria a la que se sigue atacando con acuerdos de precios y amenazas de clausuras, probadamente ineficaces", dijo el Banco Ciudad en un reciente informe.