Investing.com – Con ocho años de rentabilidad a sus espaldas, las aerolíneas estadounidenses están afrontando algo de viento en contra en 2018, pero aun así se espera que registren mejoras de los beneficios.
Ni siquiera la perspectiva de mayores costes del combustible frenó a Delta Air Lines (NYSE:DAL) de elevar sus previsiones para este ejercicio.
En conjunto, se espera que el beneficio neto de todas las operadoras estadounidenses alcance los 16.400 millones de dólares en 2018, alrededor de un 5,5% más que el año pasado, según la patronal IATA. Las ganancias aumentaron en 2017, a pesar del impacto de dos grandes huracanes.
La rentabilidad sostenida del sector ha alimentado un enorme rally en los precios de las acciones de las aerolíneas en los últimos años.
El conocido ETF US Global Jets ganó alrededor de un 25% en 2017 y superó al S&P 500.
En los últimos cinco años, el ETF ha duplicado su precio, hasta tocar el nivel de los 200 dólares.
La mejora de la economía ha mantenido llenos los aviones y altos los márgenes de beneficios.
Con un aumento del tráfico previsto del 3,5%, las aerolíneas deberían ser capaces de mantener el poder de fijación de precios, incluso cuando afrontan crecientes costes del combustible.