, 10 nov (.).- Las bolsas europeas acabaron hoy con resultados dispares, que oscilaron entre caídas del 1,5 % y ganancias mínimas, tras vivir una sesión agitada en la que el petróleo, las compras de deuda y los máximos históricos de Wall Street (18.750 puntos) determinaron el resultado de la jornada.
De esta manera, Madrid registró el peor resultado con una bajada del 1,63 por ciento, mientras que Milán ganó el 0,03 por ciento. En medio quedaron Londres, que cedió el 1,21 por ciento; París, con una bajada del 0,28 por ciento, y Fráncfort, que cedió el 0,15 por ciento.
La incapacidad de muchos mercados para superar niveles de "resistencia" -precios que les impiden seguir subiendo- fue uno de los principales condicionantes del día al cierre de sesión.
También se vieron influidos los parqués por la distinta afectación en las empresas y sectores de los planes de política económica que pueda aplicar el vencedor de las elecciones presidenciales estadounidenses, Donald Trump, lo que en principio benefició a constructoras y mineras y perjudicó a renovables.
Además, los bancos aprovecharon las expectativas de un aumento de los tipos de interés, como reflejaba el precio de la deuda (el interés del bono alemán subía al 0,27 por ciento, nivel de finales de abril pasado), lo que perjudicó a las acciones más parecidas a la renta fija: las eléctricas.
Las oscilaciones de esta jornada empezaron después de que Wall Street rozara en la víspera los máximos históricos alcanzados a mediados de agosto pasado (18.650 puntos) y de que Tokio abriera con una subida cercana al 7 por ciento.
Con estos antecedentes, las plazas europeas terminaban por la mañana de asimilar la victoria de Trump y en la apertura Madrid recuperaba el nivel de 9.000 puntos, con lo que se situaba en niveles de comienzo de mes.
A pesar de la caída de la producción industrial en Francia e Italia en septiembre o la distinta relevancia de varios resultados empresariales (Deustche Telekom y Mapfre (MC:MAP) mal acogidos y Siemens (DE:SIEGn) y Generali (MI:GASI) bien), las bolsas europeas reducían sus ganancias a partir del mediodía.
Influían en la bolsa los bandazos propiciados por las noticias de la Agencia Internacional de la Energía, que hablaba del aumento de la producción de petróleo en octubre por la OPEP y provocaba oscilaciones en su cotización (hoy varió entre 46,9 dólares el barril por la mañana y 45,8 al cierre de la bolsa).
Wall Street abría con un alza del 1 por ciento, a pesar del descenso de las peticiones semanales de subsidios de desempleo en los Estados Unidos (cayeron de 265.000 a 254.000), mayor de lo esperado, lo que acentuaba el temor al aumento de la inflación en los Estados Unidos y reforzaba las expectativas de subidas de tipos de interés el próximo mes.
Esta circunstancia no impedía el retroceso de las bolsas europeas, porque desde el Banco Central Europeo (BCE) se alertaba de la normalización de la inflación en la zona euro, circunstancia que alimentaba las probabilidades de la pronta reducción del programa de compra de deuda y la venta de estos activos.
Esto casi coincidía con el cambio de tendencia de las bolsas, incapaces de superar determinados niveles, por lo que apostaban por recoger los beneficios obtenidos a lo largo de la sesión y, casi todas, acababan con pérdidas, a pesar del alza del 1 por ciento de Wall Street y sus máximos históricos en el índice Dow Jones de Industriales cerca de 18.800 puntos.
La francesa Engie (PA:ENGIE) (antigua EDF (PA:EDF)) registró el mayor descenso entre los principales valores europeos al ceder el 7,65 por ciento, en tanto que Adidas (DE:ADSGN) retrocedió el 5,73 por ciento, seguida por la constructora gala Vinci (PA:SGEF), que cayó el 4,66 por ciento.
Por contra, Vivendi (PA:VIV) encabezó las subidas en Europa al ganar el 9 por ciento, seguida de Deutsche Bank (DE:DBKGn), con un alza del 5,58 por ciento, mientras que Siemens rentabilizaba sus resultados al revalorizarse el 4,9 por ciento.